Perú.- Elman Elder Liñán Barreto, oriundo de la ciudad de Trujillo, en Perú, fue acusado por vio-lar y as-esi-nar a la hijastra de dos años de su hermano. Tras confesar el cri-men e ingresar a la cárcel fue vio-la-do por presos y ahora pide no ser reingresado por temor a su integridad física.
Según informa La República, Barreto confesó cómo llevó adelante el acto cri-mi-nal por el que fue condenado a dos años de prisión. En su relato indicó que mientras nadie los observaba, había engañado a la pequeña con juegos para conducirla hacia un matorral para abusar se-xual-men-te de ella, y posteriormente, arrojar el ca-dá-ver cerca del río Moche, en el interior de un pozo de seis metros de profundidad.
Al ser trasladado al penal “El Milagro”, los presos lo amenazaron a modo de “venganza” por los hechos protagonizado pero las autoridades negaron que pudiese ocurrir. “Como responsables del penas, sabemos de las amenazas y debemos garantizar el orden interno a fin de evitar denuncias de instituciones que velan por los derechos humanos o familiares de los reos”, indicaron a principio de año.
Sin embargo, durante la última semana, los reos cumplieron con su amenaza propinándole una brutal golpi-za y viola-ción en manada, que le habría provocado des-garros y graves heri-das en todo el cuerpo.
El código de “los niños no se tocan” se hizo valer entre los presidiarios, atacando al viola-dor que fue trasladado de urgencia al Hospital más cercano, y le advirtieron que volverían a hacerlo si regresaba.
Es por eso que en diálogo con el medio local “Eco de la Guatesca”, Barreto pidió “perdón entre lágrimas” por sus críme-nes, y aseguró que le imploró a las autoridades que lo trasladen a otro penal, porque ya “no aguanta más”.