El doblemente convicto productor artístico Raphy Pina fue ingresado ayer, martes, a la unidad médica del Centro de Detención Metropolitano, en Guaynabo, por tener “la azúcar muy descontrolada”.
El traslado a esta zona de la cárcel federal habría ocurrido momentos después de que fuera ingresado en ella para cumplir una sentencia de tres años y cinco meses por la posesión ilegal de armas de fuego, que mantenía en una propiedad suya en Caguas.
“Últimamente, él ha estado con la azúcar muy descontrolada, algo que habíamos sostenido en comunicaciones con la cárcel”, le indicó a El Nuevo Día la abogada y ex fiscal federal María Domínguez, quien forma parte del grupo de defensa del productor.
Precisamente, antes de entregarse en la tarde de ayer en el Tribunal federal para el inicio de su condena, Pina Nieves expresó que, entre otras cosas, se había despedido de su hija Vida Isabelle, se comió un sándwich y se tomó “las pastillas para el azúcar”.
“Yo pude hablar con él esta mañana, está de muy buen ánimo, muy positivo y sigue confiado en el proceso apelativo”, añadió la licenciada en declaraciones telefónicas.
Domínguez precisó que el manejado artístico llevó sus medicamentos, en coordinación con las autoridades carcelarias, y que no se trataría de una descoordinación de la institución para proveerles las pastillas.
“Ya él la tenía descontrolada desde antes”, apuntó.
Asimismo, desmintió rumores que apuntaban a que Pina Nieves habría sido ingresado en la unidad médica por tener algún tipo de altercado tras ser ingresado en la cárcel federal.
Así fue el momento en el que Rap