El periodista Julio Martínez Pozo reveló que presuntamente la hoy extinta odontóloga Lyda Josefina Amell Bogaert, acudió al acusado José Luis Fermín Díaz (El Chamo y/o Venezuela) para que la ayudará a ponerle fin a su vida, haciéndole entrega por el servicio de RD$10,000 pesos.
A su vez, indicó que la fenecida habría intentando terminar con su existencia por problema depresivos, sin previamente obtener éxito.
El coordinador de El Sol de la Mañana de RCC Media, quien es el de mayor influencia internacional, afirmó que el caso sucedió como lo detalló aunque «puede parecer un relato novelesco».
En ese sentido, descartó que entre la mujer y el imputado haya existido una relación personal.
Explicó de por qué ha llegado a dicha conclusión sobre el hecho. Se recuerda que Amella Bogaert, fue encontrada sin vida con una soga al cuello en el Quinto Centenario de Santo Domingo.
El periodista reconoció que el suceso no desvincula de culpabilidad al encartado, al acompañarla en ese acto.
Refirió que la descripción y narrativa de su muerte dejaba entrever que había una relación personal entre la víctima y el acusado, empero, según aseguró, no era así.
Puntualizó que la occisa lo pasó a buscar y juntos realizaron un recorrido.
«Lo que puede afirmar categóricamente que no había relación personal de la puede sugerirse en ese caso, no la había, lo puede asegurar. Ahí no había un vínculo personal, sentimental, no lo había, no lo había.
Esa dama por lo menos en tres veces anteriores había intentado quitarse la vida. ¿Qué hizo ella? ¿Y a qué se prestó este individuos, a qué se prestó este individuo?, éste individuo lo cobró a ella 10,000 mil pesos, 10,000 pesos; ella le pagó 10,000 pesos, le ofreció para ella, ella se iba a quitar la vida, si no lo lograba él terminara el trabajo, que él terminara el trabajo, porque ella lo había intentado varias veces y no había podido quitarse la vida.
Si no lograba entonces él terminó el trabajo; yo no sé si él culminó el trabajo, probablemente fue él que culminó el trabajo, y a él nadie la quita de la costilla una condena por homicidio, nadie se la quita», dijo.
Señaló que el deceso de la odontóloga Lyda Josefina trae a colación un tema que ha pasado a segundo plano, y es la salud mental.
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