El Vaticano informó el jueves que una investigación preliminar de la Iglesia sobre una denuncia de asalto sexual presentada por una mujer canadiense contra un cardenal importante, Marc Oullet, determinó que el caso no merece más examen.
El portavoz vaticano Matteo Bruni emitió una declaración en respuesta a reportes esta semana de que Oullet era una de varias personas mencionadas en una demanda colectiva contra la arquidiócesis de Quebec en la que varios sacerdotes fueron acusados de abusos sexuales.
Oullet, de 78 años, encabezó la diócesis desde 2002 hasta 2010, cuando fue ascendido al poderoso cargo de prefecto de la oficina de obispos del Vaticano. En ese puesto, supervisa todas las investigaciones de la Iglesia católica de acusaciones de abusos sexuales relacionadas con adultos y obispos o cardenales.
Bruni confirmó que el Vaticano recibió las denuncias contra Oullet y que fueron investigadas por un teólogo jesuita, el sacerdote Jacques Servais. Servais determinó que no había bases para proceder con una investigación canónica o un juicio, precisó Bruni.
A una pregunta sobre la demanda, Servais dijo que llegó a esa conclusión tras haber leído las acusaciones escritas presentadas por la mujer, identificada como “F” y tras haberla entrevistado vía Zoom con un miembro de un panel de la diócesis presente.
“Esta persona no presentó una acusación que pudiera proveer material para una investigación”, dijo Servais, de acuerdo con la declaración del Vaticano.
Por lo tanto, el papa Francisco “declaró que no existen elementos suficientes para iniciar una investigación canónica por agresión sexual de parte del cardenal Oullet contra F”, dijo la declaración de Bruni.
La Iglesia católica ha ajustado sus procedimientos para investigar y sancionar a los sacerdotes acusados de abusos sexuales de menores de edad, pero raramente castiga a clérigos acusados de conducta sexual inapropiada con adultos.
De acuerdo con Canadian Press y otros medios, la mujer acusó a Oullet de varios incidentes de manoseos, incluso en la espalda y el trasero en un evento en 2010 en la ciudad de Quebec.