Una escena de horror vivió un hombre de Manatí, provincia del Atlántico, Colombia, cuando luego de terminar su jornada laboral se dirigió a su humilde casa a reencontrarse con su familia, pero lamentablemente ésta vez los encontraría sin vida.
El padre cuenta que al llegar a la vivienda y no encontrar respuesta alguna de su familia, se desesperó y partió la ventana con sus propias manos para intentar ingresar a la vivienda.
Desesperado corrió a mitad de la calle a pedir auxilio a la comunidad del sector y con los brazos cortados y llenos de san-gre y con la ayuda de algunos vecinos ingresó a la casa en donde finalmente halló a su esposa e hijos sin signos vitales y sin nada que hacer.
Su esposa fría y con los labios morados yacía sobre el piso de la sala y sobre ella se encontraba el más pequeño, el otro niño tenía un juguete en sus manos y se encontraba tirado cerca a la cocina.
Peritos del CTI de la Fiscalía fueron los encargados de realizar la diligencia de levantamiento de los cuerpos sin vida.
En el registro, el ente investigador señaló que en la estufa del domicilio encontraron una olla con comida quemada y había olor a gas, por lo que inmediatamente se dio aviso a los Bomberos y a la empresa de gas.
Entretanto, el teniente coronel, Diego Enciso, jefe de la Policía Metropolitana de Bogotá, detalló que la primera hipótesis sobre el deceso de la mujer y los niños se habría derivado de una inhalación de gas, pues ninguno de ellos presentaba signos visibles de vi0lencia.
‘El pasado domingo, mediante una llamada de emergencia a la línea 123, nuestros cuadrantes de la estación de Bosa atienden un requerimiento, que inicialmente obedece a una fuga de gas en una residencia’.
‘Esta fue atendida por Bomberos y por la empresa Vanti. Una vez en el lugar, nuestros cuadrantes identifican tres cuerpos sin vida, de una femenina y dos menores de edad’.
‘El caso se encuentra en investigación para esclarecer los móviles de este acontecimiento’, informó el oficial.
Cueto padre de los niños y esposo de la mujer, es nacido en el municipio de Manatí, Atlántico, y había llegado hace poco a la capital del país en compañía de su familia luego de retornar de Venezuela de donde era oriunda su pareja.
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