Luego de cuatro años de investigación, la fiscalía general de Maryland publicó el miércoles un informe sobre presuntos abusos a menores y conducta sexual inapropiada en la Arquidiócesis de Baltimore.
Según el reporte, más de 300 personas se comunicaron con la oficina del fiscal de Maryland para denunciar conductas inapropiadas y abuso sexual por parte de 156 sacerdotes y figuras de la iglesia católica entre 1940 y 2002. El número de niños abusados sería más de 600.
“Lo que encontramos fue una historia irrefutable de una gran cantidad de abusos graves y persistentes que fueron cometidos por sacerdotes y otro personal de la iglesia y que fueron encubiertos”, reveló Anthony G. Brown.
Un juez de Baltimore autorizó el martes la publicación del informe luego de que, en noviembre, el entonces fiscal general Brian Frosh, solicitara su publicación.
Entre los casos que se detallan, está el del padre Bruce Ball que sirvió en la Escuela del Santuario del Sagrado Corazón de Baltimore, donde habría acariciado a estudiantes durante los exámenes físicos de su clase de gimnasia mientras la directora observaba y que además les pedía a los menores tocarle sus genitales.
Un juez otorgó permiso al fiscal general de Maryland para publicar una versión redactada de un informe de investigación que detalla las acusaciones de abuso sexual contra más de 150 sacerdotes de la Arquidiócesis de Baltimore.
“Lo que es consistente en todas las historias de los sobrevivientes fue la autoridad absoluta que los abusadores y la iglesia ejercieron sobre las víctimas, sus familias y su comunidad”, agregó el fiscal Brown.
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Según el informe, algunas parroquias tenían más de un agresor sexual al mismo tiempo e indica que estos cometieron abusaron a los niños más vulnerables.
El reporte señala que el sacerdote Jerome Toohey habría abusado sexualmente de un niño por tres años, mientras que Robert Hopkins habría violado a un monaguillo por cinco años.
“Nuestro objetivo es revelar todo lo que sea posible sobre esta investigación, pero la corte está analizando nuestros argumentos y seguimos trabajando con ellos para revelar más del reporte, porque unos 10 nombres de agresores no han sido publicados”, señaló.
El reporte enfatiza que ante las numerosas denuncias, la iglesia supuestamente se negó a reconocer los abusos y empleó diferentes tácticas para encubrirlos.