Moca.- La madre de Sebastián Castillo, apresado luego de amenazar con realizar un atentado terrorista en contra de una escuela en Moca, explicó que su vástago sufre de una condición mental, la cual lo llevo a cometer estas amenazas.
“Sebastián ha atravesado por algunas situaciones que nos han llevado a recurrir a un tratamiento clínico y atención médica especializada para lograr el equilibrio de la salud mental de nuestro hijo”, explicó Joselyn en una carta dirigida a la comunidad mocana.
Además, lamento la situación que ha causado el acto cometido por su hijo y atribuyó estos actos a un supuesto estado depresivo que ha estado atravesando el joven de 20 años.
“Como madre, como mujer y como parte integral de una familia que solo conoce el camino de lo correcto, pido a todos que comprendan la situación en que se encuentra nuestro núcleo familiar, situación en la que no quisiera ver a madres, padres, hijos, hermanos tíos y demás miembro de una familia. Quiero que no les quepa la menor duda de que Sebastián es un buen hijo, el cual ha recibido una excelente educación y una mejor crianza, así como la recibimos nosotros de nuestros padres”, dijo la madre de Sebastián.
Las autoridades de la Policía Nacional y el Ministerio Público arrestaron el pasado martes al joven quien supuestamente, amenazó con atacar con armas de fuego al centro educativo Educare, ubicado en el municipio Moca, provincia Espaillat.
La detención se realizó mientras el joven recibía atención en un centro de salud de Santiago, debido a que supuestamente padece problemas mentales.
Más sobre el caso
Las amenazas se han realizado contra el centro educativo a través de la red social TikTok, generando mucha preocupación entre los padres de los estudiantes y la comunidad educativa.
“Relájense, todavía no va a pasar nada, cuando se tienen que preocupar es en 3 semanas que me llegan las armas” cuelga en una publicación en la referida red social, acompañado de un texto en árabe.
Carta integra:
Vicepresidenta Raquel Peña, primera dama Raquel Arbaje, miembros del sistema judicial,
instituciones del estado, amigos, vecinos y todo aquel que escuche el llamado de una
madre desesperada.
Con el corazón en la mano y la voz temblorosa por la angustia que me embarga, me dirijo a ustedes en busca de comprensión y clemencia para uno de mis preciados tesoros,
Sebastián Castillo. En esta carta, no solo les hablo como madre desesperada, sino como el
eco de su voz silenciada por la injusticia y el dolor.
Me dirijo a ustedes en busca de ayuda, apoyo y comprensión. Soy una madre con el
corazón en las manos, hablando en nombre de mi esposo, mi hija de 10 años, mis padres y, sobre todo, en nombre de mi hijo Sebastián.
Ante todo, deseo expresar mis más sinceras disculpas a la sociedad y a todos aquellos que
se han visto afectados por la situación que enfrentamos. Fue un momento de insalubridad
emocional lo que llevó a mi hijo a este punto. Un momento en el que sufría en silencio bajo
el peso de la depresión severa y la ansiedad, condiciones que han sido diagnosticadas y
certificadas por profesionales de la salud.
A ti, honorable juez, confío en tu compasión y humanidad y te suplico con el corazón en la
mano que cuides de mi hijo con tu decisión. Que consideres su condición de salud mental y
le brindes las condiciones necesarias para su recuperación. Les suplico que, en lugar de
castigarlo, le proporcionen el apoyo y tratamiento que necesita desesperadamente. Él
merece una oportunidad de rehabilitación, de sanar sus heridas emocionales y encontrar el
camino hacia la recuperación. La prisión no es el lugar adecuado para él recibir la ayuda
que necesita.
Siento miedo, dolor y angustia al pensar que mi hijo no pueda sanarse, que su vida quede
marcada por este momento de desesperación. La vida no regresa, y Sebastián merece una
segunda oportunidad. Todos cometemos errores, y la justicia divina es perfecta en su
compasión y empatía.
Él no es solo un nombre en un expediente judicial; es el latido de mi corazón, la luz de mis
días oscuros. Su sonrisa, una vez radiante, ahora está eclipsada por la sombra de la
desesperación. ¿Cómo puedo permanecer impasible mientras mi hijo sufre en el abismo de
la desesperación?
Les pido ayuda, compasión y empatía. Que cada uno de ustedes, con su luz y bondad,
pueda extender una mano hacia mi hijo y hacia nuestra familia en este momento de
necesidad. No nos abandonen, que la justicia se mezcle con la misericordia y que la
decisión final refleje no solo la ley, sino también el amor y la esperanza en la capacidad de
sanar y redimirse.
Les ruego que actúen con misericordia y justicia. Mi hijo merece una oportunidad de curarse y reconstruir su vida. Por favor, no lo abandonen en su momento de necesidad.
Con humildad, esperanza y gratitud,
Joselyn