El nombrado Gilbert Reyes había sido detenido el pasado mes de marzo por graves acusaciones de tres feminicidios ocurridos en la isla de Roatán, en Honduras.
El mismo se encuentra en la República Dominicana, donde las autoridades judiciales de la Corte de Santo Domingo evalúan la solicitud de extradición emitida por Honduras, en contra de este ciudadano estadounidense.
Las víctimas fueron María Antonia Cruz, Nikendra McCoy y Dione Solórzano, las cuales fueron encontradas muertas con múltiples disp4ros en un vehículo días después de haber sido vistas con el acusado.
La embajadora hondureña en Santo Domingo, Sonia Cruz de Aspra, ha manifestado confianza en que el proceso de extradición respetará el debido proceso legal y las leyes de Honduras.
Sin embargo, la audiencia para resolver la solicitud de extradición ha sido pospuesta hasta el 29 de mayo debido a la falta de un intérprete para asistir a Reyes, quien habla inglés y tiene un entendimiento limitado del español.
Juan Ramón Báez, abogado de Reyes, ha enfatizado la importancia de asegurar la comprensión adecuada de su cliente durante todo el proceso judicial, anticipando que para la próxima audiencia el intérprete estará presente.
Reyes fue llevado al tribunal bajo estrictas medidas de seguridad, incluyendo un chaleco antib4las y casco, y escoltado por oficiales armados, reflejando la gravedad de las acusaciones en su contra.
El Ministerio Público de Honduras lo acusa de «feminicidio agravado y ases1n4to», subrayando su escape inicial a Estados Unidos y luego a República Dominicana el 7 de enero, inmediatamente después de los homicidios, como evidencia de su posible culpabilidad.
