El fallecimiento de Yariel, un niño de tan solo 2 años, ha causado un profundo dolor en la comunidad de Las Flores, en San Cristóbal. Resalta la importancia de seguridad y supervisión para evitar tragedias similares.
Este triste suceso ocurrió en el río Nigua, un lugar que aparentemente carece de señalización y medidas de seguridad adecuadas, como vallas o carteles de advertencia, lo que representa un gran riesgo para los niños que juegan cerca sin supervisión.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ahogamientos son una de las principales causas de muerte accidental en niños pequeños y pueden ocurrir en cuestión de segundos, incluso cuando hay adultos cerca.
En este caso, es importante determinar quién estaba a cargo del cuidado del menor bajo la Ley 136-03 del Código para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de República Dominicana, ya que los cuidadores temporales tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de los niños.
El dolor de la comunidad quedó reflejado en un video donde una mujer sostiene al niño en brazos. Sin embargo, compartir este tipo de imágenes puede afectar aún más a la familia, por lo que es fundamental respetar su privacidad en este momento difícil.
En barrios como Las Flores, donde muchos padres trabajan en empleos informales, la falta de acceso a guarderías o redes de apoyo seguras pone en riesgo a los niños. Es importante tomar medidas concretas para evitar tragedias similares, como:
Instalar cercas y carteles de advertencia en áreas peligrosas del río Nigua.
– Establecer programas comunitarios para supervisar a los niños durante horarios laborales.
– Promover cursos gratuitos de reanimación cardiopulmonar (RCP) impartidos por instituciones como la Cruz Roja Dominicana.
– Nunca dejar a menores cerca de cuerpos de agua sin una supervisión constante.
Además, la comunidad y las autoridades deben trabajar juntas para crear entornos más seguros, implementando guarderías comunitarias y campañas educativas que informen a las familias sobre riesgos y medidas de prevención.
Que la corta vida de Yariel inspire acciones concretas para proteger a otros niños y evitar que más familias enfrenten una pérdida tan dolorosa. A su familia, les enviamos fortaleza y nuestro más sentido pésame.