Santo Domingo, RD.- Tres meses llevaba arrumbada en su casa y justo el mismo día en que sacó la pasola dos individuos le balearon el rostro.
Para quitársela a un joven deportista de La Romana, que probablemente nunca verá el rostro de su primogénita, quien nació el mismo día del sangriento hecho.
Félix Daniel Cordero soñaba desde los siete años con convertirse en un destacado jugador de baloncesto.
Una bala disparada por malhechores se le alojó en el rostro y le hizo perder la visión del ojo izquierdo. Félix Daniel nunca pensó que forcejear con los delincuentes se convertiría en tragedia.
Cordero recién cumplió 19 años y es el mayor de tres hermanos. Su pasión por el deporte lo llevó a abandonar los estudios en octavo curso.