Los familiares de una dominicana asesinada por su ex esposo el año pasado en un salón de Queens rechazaron la sentencia de 25 años de prisión impuesta contra el acusado.
Carmen Iris Santiago Rodríguez, de 39 años, perdió la vida manos de su esposo William Rivas, quien le propinó varias puñaladas dentro de un salón de belleza donde laboraba la occisa.
Rivas había cumplido cinco años de prisión tras haber intentado asesinar a otra mujer en Pensilvania.
En la condena impuesta a Rivas el juez le sumó otros cinco años en libertad condicional como parte de un acuerdo de los fiscales de Queens con el abogado del ahora convicto, pero que fue rechazado desde un principio por la familia.
Ana Camacho, una prima de Iris, dijo que “25 años no es nada” y que “es una sentencia benévola”. Agregó que teme que a la mitad o menos de la condena, Rivas pueda volver a las calles para seguir matando mujeres.
Por su parte, Sofía Carlo, prima de Iris, señaló que solo con verle la cara a Rivas que no expresa ningún remordimiento, lo hacen merecedor de una sentencia de mucho más de 25 años.
“Él se merece cadena perpetua y no 25 años”, agregó Nilka.
“No puede salir nunca más, porque no solo le quitó la vida a ella, sino que había apuñalado a otras dos mujeres”, dijo.
“No solo acabó con la vida de ella, sino con la de toda la familia, porque en los rostros de esos niños, se nota el dolor y el sufrimiento que tienen y el de la madre de Iris, que no deja de llorar todos los días”, señaló la hermana.
El acuerdo fue refrendado por el juez del caso que fijó la lectura de la sentencia.
Carlo dijo que la declaración de culpable de Riva, fue lo correcto. “Era lo que él tenía que hacer”.
Las dos hermanas de Iris, también estaban en la funeraria, junto a los dos hijos de la pareja, cuya relación llevaba 20 años.
“La primera vez que sucedió, le dije: mi hija vete pa’ otro sitio, vete de ahí, haz algo, pero ella decía que no llamaba a la policía porque no quería que él cayera preso otra vez”, añadió la madre.
“La justicia de Dios es divina, el Señor es que sabe y que ponga paz”, agregó la mamá de la muerta.
Iris había emigrado a Estados Unidos hacía cinco años y según familiares vino detrás de su esposo.
“Ese hombre acabó con las vidas nuestras”, dijo Ana Camacho, una de las hermanas de Iris. “Ella era la alegría de nosotros”.
Su otra hermana, María Infante, dijo que ellas soñaban con venir a este país (Estados Unidos), al que nunca debieron haber venido.
“Se le dijo que se fuera para otro lado, que pensara en sus hijos, pero ella decía que ya él salió y quería luchar por sus hijos junto a él”, narró la tía de Iris, Ana Rodríguez, en referencia a los 5 años que estuvo Rivas preso en Pensilvania por un ataque de violencia doméstica en al que también apuñaló a otra mujer, dejándola grave.
Los familiares, compañeras de trabajo y allegados a la familia, exhibieron carteles frente a la corte, en los que reclamaban justicia para Iris. Por: Miguel Cruz Tejada