Moca.- Un Tribunal de Atención Permanente de la provincia Espaillat, en el municipio de Moca, otorgó libertad pura y simple, a los doctores que guardaban prisión por practicar aborto clandestino.
Se trata de los doctores Pedro Guzmán Pérez y Eduardo Artiles, acusados de practicar aborto ilegal a la joven Jenny Abreu, la cual murió hace más de dos años en la Clínica la Alfonseca de Moca, la cual fue clausurada.
Mientras los familiares de la occisa gritaban de impotencia, por la libertad de los doctores que practicaron la cesaría clandestina a Jenny, otro hecho que consterno toda la sociedad Mocana.
Esta clínica ubicaba en un edificio abandonado de la calle 26 de Julio, en el centro de Moca. El espacio había sido cerrado hacía 5 años por el Ministerio de Salud Pública. Tras el hecho, las autoridades allanaron la estructura y ordenaron su cierre definitivo. La clínica fue demandada por los familiares de Abreu.
Era una chica carismática de 24 años, madre de dos niños que eran su mundo, según dijo su madre a LosMocanos.com, pero su existencia se comenzó a desmoronar cuando se enteró que estaba embarazada.
Abreu, supuestamente, habría sido presionada por el hombre con el que procreó a la criatura para que no lo tuviera.
La joven, oriunda de Cayetano Germosén o Guanábano, a 9 kilómetros del municipio de Moca, decidió acudir a la clínica clandestina Doctor Alfonseca el pasado 12 de julio para interrumpir su embarazo.
Allí acabaron con la vida de la criatura, pero también con la de la estudiante de Odontología. La amiga que acompañó a Abreu dijo que la embarazada no le especificó que era un aborto, sino que le iban a extirpar un quiste.
Reportaje del caso:
“Según dijo en la habitación que estábamos teníamos unas sábanas limpias que ella llevó y ella compró papel de toilet. En el baño no había agua”, un centro no preparado para atender humanos.
De acuerdo con los reportes disponibles al momento, se le perforó el útero a la embarazada y esto provoco una hemorragia, perdiendo la vida momento después.