Miles de estadounidenses han abarrotado playas como las de Santa Mónica, Newport o Huntington en California, aprovechando el primer fin de semana de altas temperaturas de la primavera y a pesar de la amenaza del coronavirus.
Algunas playas de los condados de Orange y Ventura han abierto a los bañistas pese a que siguen contabilizándose decenas de contagiados y fallecidos.
Y a que las autoridades han ordenado a la población quedarse en casa, excepto para desplazamientos necesarios o para hacer deporte individual en su propio barrio.
Solo el condado de Los Ángeles ha informado de 48 fallecidos y 607 nuevos contagios y las autoridades sanitarias locales han pedido el cierre de las playas, sin demasiado éxito.
«Entendemos que la gente quiere disfrutar fuera», dijo el comandante de la Policía del condado de Ventura, Tom Higgins, aunque ha advertido en declaraciones al diario Los Angeles Times de que la afluencia es «demasiada».
En su mayoría se ha respetado la norma del distanciamiento social, han destacado las autoridades.
Así, la portavoz de la Policía de la playa de Newport, Heather Rangel, ha destacado que no ha habido arrestos relacionados con las restricciones.
«Las playas están abarrotadas y parece verano en Newport», indicó. AFP