Tras fracasar en su relación con el padre de su primera hija, la actriz colombiana decidió darse una oportunidad con su primo hermano, sin importarle el qué dirán.
Natasha Klauss siempre será recordada por su papel de Sarita Elizondo en la exitosa telenovela “Pasión de gavilanes”, estrenada hace 17 años pero vigente hasta la actualidad tras su llegada a Netflix.
En el melodrama, Sara y Franco (Michael Brown) se enamoraron perdidamente, al punto de convertirse en una de las parejas más populares de la televisión. Incluso muchos fans creyeron que el romance había traspasado las pantallas, pero eso nunca sucedió, debido a que la actriz ya amaba a otro hombre.
Por esa época, Natasha Klauss estaba disfrutando de su segundo matrimonio, para sorpresa de muchos, con su primo hermano Marcelo. A pesar de los comentarios negativos, la actriz decidió seguir su corazón y batallar por su amor contra viento y marea.
La colombiana ya había tenido una primera experiencia fallida en el terreno amoroso, con el padre de su primera hija, pero decidió darse otra oportunidad sin importarle el qué dirán. Así, en 2009 tuvo a su segunda hija, llamada Paloma.
La historia de amor de Natasha Klauss y su primo hermano, Marcelo Grecco duró 13 años y tuvieron una hija llamada Paloma.
Aunque la pareja se separó en el 2013, la actriz tiene un hermoso recuerdo del que fue su pareja y así lo dejó entrever en un reciente en vivo que realizó a través de Instagram.
“Nosotros somos primos hermanos, obviamente hay muchas personas que no lo entienden”, compartió la actriz colombiana.
“Como no me crié con él porque no nos criamos juntos, él vivía en Uruguay y yo en Colombia, no lo veía como un primo, no tenía la connotación del primo”, aseguró.
De hecho, la última vez que se vieron antes de reencontrarse de grandes Klauss tenía 11 años. “Mis recuerdos de él siempre era chiquita, como que iba a Uruguay lo veía y era mi primito. La última vez que fui eran 11 o 12 años los que tenía yo y ya la siguiente vez que nos vimos estamos hablando de [que tenía] 18/19 años. Pasaron muchos años”, contó la intérprete de 44 años.
Cuando los primos se dieron cuenta que estaban enamorados, la actriz ya tenía una hija fruto de una relación anterior.
“Él adoptó a Isabel porque entró en mi vida cuando ella tenía 9 meses y ahí empieza nuestra historia”, detalló. “En ese momento no te podías casar entre primos hermanos por la iglesia católica. Nos casamos por lo civil y siempre postergamos el rito porque los dos teníamos como el concepto de estamos unidos, o sea no necesitamos nada más””.
Aunque en un inicio no tenían claro si tener un hijo biológico iba a ser la mejor opción teniendo en cuenta que eran primos hermanos, ambos no dudaron en lanzarse a ello tras hacerse los estudios pertinentes.
“Cuando estábamos en el plan de tener una bebé entre nosotros dos mi ginecólogo me dijo ‘pero claro no hay ningún problema’ y yo ‘pero ¿cómo así? Es que las creencias dicen que entre primos…’ ‘No para nada’. Nos mandó donde un genetista y entendimos un montón de cosas que uno tiene por creencias, porque todo es un tema de creencias que te meten en la cabeza”, explicó la actriz.
“Pero igual nosotros hicimos la labor, la responsabilidad de decir ‘ok, si vamos a ser papás biológicos vamos a ver qué hay qué hacer o cuáles son las medidas más amorosas para traer un ser a la vida’”.
Natasha y su primo estuvieron juntos por 13 años y aunque ya no están juntos como pareja, ambos siguen manteniendo una excelente relación, principalmente por el bienestar de su hija Paloma.
“Pasión de gavilanes» marcó la carrera de Danna García, Paola Rey y Natasha Klauss, aunque al menos para esta última, el sueño casi no se cumple.
Si bien el éxito de la telenovela difícilmente se explicaría sin la actriz colombiana, lo cierto es que Klaus no debía interpretar el papel de Sarita Elizondo, personaje que la hizo famosa internacionalmente.
Según recogió la revista People en Español, cuando fue invitada al casting, Natasha Klauss se presentó originalmente como postulante al papel de la cantante Rosario Montes, que finalmente recayó en Zharick León.
“Yo no hice el casting para Sarita y el productor me llama un día, después de un tiempo, digamos como un mes después, y me dice ‘no quedaste en el papel de Rosario Montes, pero te tengo una noticia, quedaste en el papel de una de las hermanas’”, confesó la actriz, hoy de 44 años.