Con apenas 25 semanas de gestación un bebé llegó a este mundo. Sus padres, una joven pareja de 21 años cada uno lo llamaron Archie Edwards, pero en las batallas que enfrentaría junto al recién nacido no cabía la esperanza.
El niño nació con coronavirus que junto al poco tiempo que duró en el vientre no daban esperanzas de vida por lo que murió poco tiempo después de su nacimiento.
Luego de 40 minutos de los doctores luchar por traer al recién nacido a la vida nuevamente lograron estabilizarlo.
Después de cinco semanas intubado y vencer al Covid-19 Archie y sus padres enfrentaban una nueva batalla: el niño fue diagnosticado con sepsis lo que le hizo contraer una bacteria conocida como Escherichia coli.
Actualmente Archie está ingresado en un centro de salud y sus padres esperan con fe y esperanzas que su pequeño salga airoso de esa nueva batalla, para que los médicos al fin le den el alta.
Sus padres no pierden la esperanza de que su hijo logre sobrevivir y a pesar de la situación, indicaron sentirse “los padres más orgullosos del mundo” al ver cómo su bebé se está aferrando a la vida.