Una joven madre y su esposo fueron arrestados acusados de quitarle la vida a la hija de esta, en un hecho sucedido en la ciudad de Quitilipi, en Argentina.
La infante fue identificada como Maia Nicole Vallejos de apenas 3 años de edad, quien falleció en el hospital por una infección que afectó sus órga-nos vitales y provocó un paro cardíaco.
La niña que presento moretones de gol-pes en varias parte de su cuerpo, pero cuando le hicieron la autopsia, los mismos forenses quedaron desconcertados con los objetos que encontraron dentro del cuerpo de la niña y el posible motivo por lo cual los padres hicieron esto.
La madre y el padrastro de la niña le cla-va-ron dos agujas grandes en el corazón y los pulmones y se sospecha que todo pudo haberse tratado de un ritual satánico.
Según declaraciones de la madre «hasta antes de dormir la menor de edad fue higienizada por ella misma y no poseía lesiones visibles». Señaló que en el domicilio donde residen es propiedad.
Una aguja que medía diez centímetros y que normalmente se usaba para coser balones de fútbol, le llegaba al corazón.
La otra, una aguja más vieja que le habían colocado en el cuerpo algún tiempo antes de que falle-ciera, le estaba afectando los pulmones y se le atribuye la infección que su-frió.
El Secretario de Justicia Auxiliar dijo de Maia: “Esta niña pasó por una situación espantosa.” “Lo que le hicieron fue muy agre-si-vo”.
El fiscal Cristian Arana confirmó: “Una de las agujas le penetró el el pulmón, otra el corazón de la niña, en medio de su pecho y la otra en su timo en medio de su esternón y pulmones.
“La aguja más grande le provocó una tremenda infección en todo su pequeño cuerpecito, también inflamación de los pulmones y los riñones que le provocaron finalmente un paro cardíaco”.
La mamá de 20 años y el padrastro de 19 de Maia intentaron escapar por temor a ser ejecutados por la comunidad, pero fueron capturados por la policía en las afueras de la aldea donde vivían.
Después del arresto el individuo dijo: “No queremos decir dónde están porque la gente está indignada y queremos protegerlos”.
La niña vivía con su madre y su padrastro en una casa en ruinas en el sitio de un aserradero de madera.
La madre de la niña, que se dice que está embarazada de cuatro meses de un nuevo hijo, solicitó a través de un abogado defensor que la pusieran bajo arresto domiciliario después de haber sido agredida, en prisión preventiva por otras reclusas indignadas.
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