Santiago.- El temor, la incertidumbre, el desasosiego y la impotencia, se han convertido en algunas de las características psicológicas más comunes.
Muchos salen diariamente con el presentimiento de que serán atracados a punta de pistola, por individuos que actúan con toda impunidad en calles y avenidas.
Este fue el caso que le paso a una dueña de un salón de belleza en Santiago. Vino un joven preguntando por María, y seguía insistiendo la mujer le dijo que no sabía de María.
A lo que el joven, pistola en mano respondió “esto es un atraco”, y procedió a llevarse todo el dinero, a pesar de que el salón estaba prácticamente lleno de gente.
No hay zonas seguras para caminar, recrearse, estudiar o trabajar. Ya no hay sectores de clase alta, de clase media o barrios pobres.
Todos por igual están bajo el asedio de los atracadores que se mueven por nuestros barrios sembrando la inseguridad y el terror, mientras despojan a sus víctimas de cualquier objeto que puedan vender.
Aunque existe un modus operandi en el proceder de estos malhechores, no hay una victimología, a la hora de atacar.
No importa si se está solo o acompañado, si se anda en motocicletas, carro o a pies, si se es hombre o mujer.
No toman en cuenta la edad ni el sexo, tan poco importa si se está en su casa, en un colmado, en una banca de juegos, cafeterías, tiendas de celulares, salones de belleza, etc. todos somos presas para estos depredadores.
Ver vídeo:
