Activistas dominicanos que encabezaron una protesta el lunes en la tarde, frente al Centro Geriátrico “La Isabella” en la avenida Audubon en el Alto Manhattan, declararon el asilo como “Casa de Terror” por las muertes de docenas de ancianos, la mayoría dominicanos, y supuestamente por manipular la cifra de fallecidos, además de no informar a los familiares de los difuntos.
La protesta, se inició poco después de la 1:00 de la tarde y fue dirigida por los activistas Sergio Consuegra, Guillermo Pérez (Alí), Tirso Santiago Piña, Miguel Estrella y Lourdes Fernández, entre otros, quienes pidieron que se agilice una investigación de la fiscal estatal y se cierre la instalación para que sea desinfectada, después que los internos sean trasladados a otros lugares.
Pérez dijo que no es la primera vez que el centro cae bajo cuestionamiento de los parientes de los internos y la comunidad en general, ya que por décadas, viene acumulado un largo patrón de abusos que implican negligencia en el cuidado, maltratos a los ancianos, cobros excesivos, retención de los internos que los familiares quieren llevarse a sus casas o a otros hogares y manipulación de estadísticas e informaciones sobre las operaciones.
“Hemos iniciado esta lucha en el contexto de la comunidad y con los oficiales electos, que han estado enfrentándose a diferentes dificultades que hay en la comunidad debido a la pandemia, pero solos, no podrán, y estamos exigiendo como comunidad que se haga un movimiento amplio para poder solucionar problemas”, añadió.
Pérez dijo que los oficiales electos están en funciones que corresponden a los clubes que ellos dirigen, como repartir comidas, porque deben atender problemas mayores, como exigirles al gobernador y al alcalde.
“Por esa razón, nosotros como líderes comunitarios estamos exigiendo que este centro sea cerrado en el proceso de la investigación y que sea examinado y desinfectado de arriba hasta abajo y purificado, limpiado y que los envejecientes puedan regresar cuando sea factible y que la administración sea cambiada completamente”, añadió Pérez.
Señaló que el centro, tiene una historia oscura que es más que un crimen y un terrorismo en contra de los envejecientes de la comunidad.
Consuegra dijo que lo que ha pasado en el centro es una tragedia y hay que investigar qué y cómo pasó, si hicieron lo correcto, atendiendo a los envejecientes, si se comunicaron con los familiares de los muertos y los que quedan vivos y porqué estaban escondiendo a los fallecidos.
“Dijeron que solamente murieron 13 0 14 y se cree que los fallecidos están entre los cientos. O sea, que esta administración no ha sido transparente ante la comunidad a la que no le está dando los informes, aquí hay familiares que no han recibido ningún contacto y siguen tratando de sacar a sus parientes de este lugar”, agregó Consuegra.
“Ellos saben que el centro no está sano, por lo que tienen que entregarles los envejecientes a sus familiares o llevarlos a otros lugares adecuados, también tienen que decir si contaban con los suministros como respiradores, medidores de temperaturas para la fiebre, medicamentos para curar los síntomas y si estaban preparados para situaciones como esta”, dijo.
“Los pacientes no son animales, son humanos, personas y la cantidad de muertos indica que hubo negligencia y hay que cancelar la administración y el edificio no está en condiciones sanitarias para que haya nadie, no podemos parar esta lucha, estaremos todas las semanas aquí, hasta que el centro sea cerrado”, dijo.
“Y si los videos desaparecieron tendrán que haber consecuencias judiciales, y seguiremos exigiendo que se den las informaciones transparentes y correctas, porque seguiremos aquí, hasta que la situación se clarifique”, advirtió Consuegra.
Estrella, quien es el expresidente del Instituto Duartiano, dijo que no es la primera vez que el centro es objeto de críticas y cuestionamientos.
El activista, que estuvo contagiado por el COVID-19 junto a su esposa e hijos, dijo que solo quien ha sido afectado, sabe la crudeza del dolor que se siente y el miedo a la muerte.
Piña hizo un llamado a la comunidad para que todos se unan a la lucha, añadiendo que no se puede permitir que el centro siga burlándose de los pacientes y sus familiares que son parte de la comunidad, la mayoría dominicanos, por lo que la entidad debe ser enfrentada y desenmascarada en todos los escenarios, pidiendo que se establezcan responsabilidades y sanciones.
Fernández sostuvo que como mujer activista de la comunidad y madre de familia, se siente destrozada por lo que está ocurriendo en el centro, sumándose al pedido de que sea cerrado de inmediato.
En medio de la protesta, se apareció un hombre que sacando una placa de guardia de seguridad, se identificó como “policía”, provocando y cuestionando el derecho a protestar.
Se generó un intercambio verbal luego del cual y con la advertencia de que el sujeto era un impostor, el provocador se marchó del área.
Los activistas dijeron creer que el provocador fue enviado por los funcionarios del centro para crear problemas en la protesta. Por: Miguel Cruz Tejada