Derek Chauvin, el policía de Mineápolis (Minnesota, EE.UU.) que fue visto en un video presionando con la rodilla el cuello de George Floyd, ha sido arrestado este viernes, informó el comisionado de Seguridad Pública, John Harrington.
La muerte de este hombre afroamericano bajo custodia policial provocó violentas protestas y disturbios en Mineápolis y otras ciudades estadounidenses.
Chauvin, quien fue despedido junto con otros tres oficiales involucrados en la detención de Floyd, ha sido arrestado por la Oficina de Aprehensión Criminal de Minnesota. De momento, se desconoce cuáles son los cargos que podría enfrentar.
La víspera, el fiscal del condado de Hennepin, Mike Freeman, anunció que no tiene intención, de momento, «de imputar cargos ni de detener» a este exagente. «Hay otras pruebas que no respaldan un cargo penal. Necesitamos sopesar todas esas pruebas para llegar a una decisión coherente, y lo estamos haciendo lo mejor que podemos», precisó Freeman en declaraciones a los medios, que provocaron una escalada aún mayor de las protestas.
¿Cómo murió Floyd?
La Policía de Mineápolis detuvo el pasado lunes a Floyd por presunto «fraude en curso». Durante el arresto, uno de los agentes presionó el cuello del detenido con la rodilla durante al menos ocho minutos, a pesar de que el individuo estaba esposado en el piso y se quejaba de que no podía respirar. El hombre fue declarado muerto poco después en un hospital.
El video de la detención de Floyd, grabado por un testigo, fue difundido en las redes sociales y desató una ola de indignación inmediata. Los agentes involucrados fueron despedidos, y el FBI pasó a ocuparse del asunto ante una posible violación de derechos civiles.
Mineápolis fue escenario de las primeras protestas pacíficas contra la brutalidad policial, que pronto derivaron en enfrentamientos directos y violentos con la Policía, registrándose actos de saqueo y vandalismo. Los disturbios se extendieron rápidamente a otras ciudades estadounidenses.
¿Cómo respondieron las autoridades?
El presidente de EE.UU., Donald Trump, que previamente había prometido justicia por la muerte de Floyd, instó al alcalde de Mineápolis a retomar el control de la ciudad sacudida por los disturbios, y aseveró que, de lo contrario, enviará a la Guardia Nacional para «hacer bien el trabajo», etiquetando a los manifestantes agresivos de «matones». Trump añadió en un tuit que «cuando comienza el saqueo, comienzan los disparos», mensaje que la red social marcó con un aviso de «glorificación de la violencia».
De hecho, el gobernador de Minnesota ya ha activado la Guardia Nacional para responder a las protestas, y declaró el estado de emergencia en Mineápolis, St. Paul y sus alrededores.
El Comité Judicial de la Cámara de Representantes de EE.UU., bajo dirección de los demócratas, ha instado al Departamento de Justicia a investigar la conducta de la Policía en los recientes casos de afroamericanos muertos a manos de agentes, para comprobar si actuaron siguiendo un «patrón o una práctica de conducta inconstitucional».
Por su parte, la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, instó a EE.UU. a tomar medidas a raíz de la muerte de Floyd, que se suma a «una larga lista de asesinatos de afroamericanos desarmados por parte de agentes de policía».
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