Un vecino de la abogada (quien no quiso ser identificado) declaró al mediodía de este sábado que escuchó cuando Yasmil Fernández Estévez, de 43 años.
Entró a la vivienda y realizó un primer disparo y segundos después Anibel González, de 30 años, exclamó: “yo te quiero, mira a tus hijas, yo te quiero, no lo hagas por favor”, a lo que él atacante respondió con otros disparos.
La mujer falleció la madrugada de hoy en el hospital luego que su expareja le propinara cuatro disparos la noche de este viernes y posteriormente se suicidara.
El vecino informó que tras el tercer impacto de bala se escucharon los gritos de las niñas. “Las niñas gritaban espantadas mientras la impotencia me quemaba por no poder hacer nada ya que estaba desarmado”.
Añadió que oyó tres disparos más seguido de un largo silencio. Luego de esto Anibel, junto a la más pequeña de las tres niñas que procreó durante su matrimonio salió gritando: “ayúdenme, no me dejen morir, ayúdenme por favor”, a lo que prosiguió a socorrerla. El vecino narró que la encontró en la escalera con la mano en el pecho cubriéndose la herida de bala.
“Entre el vecino de en frente y yo la terminamos de bajar de la escalera, la sentamos en el palo de luz y una vecina salió con un paño el cual se le puso en la herida del pecho para detener en sangrado”. Asimismo, dijo que la abogada no paraba de repetir “no me dejen morir” mientras recibía ayuda de los vecinos.
“Traté de mantenerla despierta, le decía Anibel no te me duermas, quédate conmigo mi niña”, reveló el señor de avanzada edad.
Los vecinos se quejaron de que el 9-1-1 tardó aproximadamente 25 minutos en brindar asistencia a González y que en vez de enviar una ambulancia a recogerla ellos no paraban de hacerle preguntas que al entender de los moradores eran innecesarias frente al grave estado en que se encontraba la hoy occisa.
González llegó consciente a la clínica aproximadamente a las 8:00 de la noche, estado en el que se mantuvo hasta horas de la madrugada cuando presentó un choque hipovolémico que desencadenó su deceso a las tres de la madrugada en el hospital Antonio Musa de San Pedro de Macorís.
Una de las niña abrió la puerta a su padre
Una fuente declaró al DL que Yasmil Fernández Estévez fue al sector Los Maestros, de San Pedro de Macorís, donde residía la víctima en horas de la tarde a recoger a las dos niñas menores, una de dos y otra de siete años. Dijo que este las retornó a la vivienda unas dos horas después aproximadamente. “Llegó con las niñas en brazos, una de cada lado, y las acompañó hasta la vivienda donde la hija mayor de once años de edad le abrió la puerta”.
El padre de la occisa, Félix González, confirmó que la primogénita de la pareja fue quien permitió la entrada de Fernández a la casa, quien se dirigió directamente al dormitorio de la víctima y le propinó varios impactos de bala.
“Luego de dispararle a mi hija se encerró en el baño donde se suicidó disparándose en la cabeza”.
González explicó que el empresario sufría de un trastorno psicológico de bipolaridad por el cual estaba siendo tratado desde intentó asesinar a la abogada en el 2017 de varias heridas con un cuchillo que tomó de la cocina de la casa de la víctima.
Hace dos meses a Fernández se le impuso una orden de alejamiento tras haber quedado en libertad condicional por el intento de homicidio.
La hoy occisa quien estuvo casada durante 12 años con el empresario, dejó en la orfandad a tres hijas.
Los res-tos de la abogada fueron llevados poco antes del mediodía a la funeraria la Altagracia en el sector Villa Providencia de San Pedro de Macorís donde están siendo velados en el salón dorado.
González recibirá cristiana sepultura este domingo en el cementerio Santa Fe a las 10:00 de la mañana.