Sasha es una bebé de pocos meses de nacido que fue abandonado por su joven madre ya que ella no se sentía capaz de cuidarlo.
Así que lo dejó en un orfanato. Esta mujer no quería batallar con la enfermedad de su hijo.
¡Quédate hasta el final para que conozcas el desenlace de la historia y No olvides Compartirla con tus amigos!
Sasha es un niño que nació con una extraña condición genética. Los médicos les dijeron a los trabajadores del orfanato que él nunca podrá ver como cualquier otra persona.
A pesar de que estaba sano, Sasha tiene el síndrome de anoftalmia SOX2, un raro defecto congénito que afecta a uno de cada 250.000 bebés.
Este síndrome es una anomalía congénita donde el bebé nace sin globos oculares (ojo) y los tejidos que lo rodean son de un tamaño más pequeño.
Además tenía dos tumores benignos en la frente que por fortuna los médicos lograron remover sin problemas apenas pocas semanas después de que Sasha llegara a su hogar de acogida.
Los niños con este síndrome nacen con otros problemas de salud pero Sasha es un caso diferente.
«Él no es diferente a los demás niños, juega y sonríe como cualquier bebé sano. A él le encanta jugar y le encanta nadar. Es un bebé muy alegre», sostuvo una de sus cuidadoras.
Desde el orfanato intentaron buscar al padre de Sasha pero fue en vano porque no existen registros.
Así que Sasha se encuentra esperando que una familia lo adopte y lo llene de todo el amor que merece. Aunque por su condición muchos lo rechazan.
También han señalado que existe la posibilidad de que al bebé se le coloquen orbes oculares quirúrgicamente dentro de sus órbitas. Las cuales deberían ser cambiadas cada seis meses y evitarán que sus huesos faciales se deformen.
Pero, este procedimiento no podrá ser realizado mientras Sasha no tenga un tutor legal.
Ojalá pronto el bebé pueda tener una bonita familia, no merece ser discriminado solo por su condición.