
Santo Domingo.- En una noche llena de emoción y con una sala repleta, el Ministerio de Cultura, la Dirección General de Bellas Artes y la Compañía Nacional de Teatro celebraron el Día Nacional e Internacional del Teatro con la magistral puesta en escena de “El Sueño de la Vida” y los homenajes a Emilio Aparicio e Iván García.
La actriz Aidita Selman, reconocida con la Medalla al Mérito de las Bellas Artes (en Artes Escénicas), dio apertura al evento la noche del jueves compartiendo parte del mensaje global de los teatristas, en el que se plantearon cuestionamientos sobre el papel del teatro en tiempos modernos, su capacidad de responder a los cambios sociales y su función como espacio de encuentro en un mundo cada vez más fragmentado.
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El homenaje a Emilio Aparicio Martínez estuvo a cargo de Augusto Feria, quien relató la historia de este gran artista. Desde su juventud en España hasta su llegada a República Dominicana en 1940 como refugiado de la Guerra Civil, Aparicio encontró en el país un nuevo hogar y el espacio para fundar el Teatro Escuela de Arte Nacional en 1946, lo que hoy conocemos como la Compañía Nacional de Teatro.
Su hija, Carmen Aparicio, expresó su agradecimiento a la Dirección General de Bellas Artes por recordar la memoria de su padre después de tanto tiempo. “Gracias por recordar su labor y honrar su memoria con esta obra de García Lorca. No sé cómo expresar mi gratitud”.
Mientras que la directora de Bellas Artes, Marinella Sallent, destacó la trayectoria de Iván García, fallecido hace pocos días, resaltando su legado en más de 200 personajes y su impacto en el teatro dominicano. “Iván no solo nos dejó su arte, sino su generosidad, compromiso y amor por la cultura. Hablar de Iván García es hablar de pasión, entrega y talento sin límites”, expresó.
En honor a su memoria, el público se puso de pie y brindó un largo y sentido aplauso, un tributo a una figura que lo dio todo por el teatro.
Por su lado, el director de la Compañía Nacional de Teatro, Fausto Rojas, cerró la velada con palabras de agradecimiento hacia todos los presentes y recordando que la función continuará durante todo el fin de semana. Este viernes y sábado, a las 8:30 de la noche, y el domingo a las 6:30 p.m. Las entradas tienen un valor de RD$100 por persona.
“El sueño de la vida”, una puesta en escena cautivadora
Como parte del evento, el público disfrutó la obra “El sueño de la vida”, una pieza inconclusa de Federico García Lorca, recuperada tras su fallecimiento en la Guerra Civil Española. La pieza, que estará en escena hasta este sábado, fue un canto a la memoria, la resistencia y el poder transformador del teatro.
Bajo la dirección de Fausto Rojas, el elenco ofreció interpretaciones de altísimo nivel, logrando transmitir con maestría la complejidad y la poética del universo lorquiano. Miguel Bucarelly brilló con una presencia escénica cautivadora, mientras que Manuel Raposo (espectador, rezadora, franquista y gitano) y Nileny Dipton (espectadora, actriz y gitana) dotaron a sus personajes de una profundidad emocional que atrapó al público. Canek Denis (criado, rezadora, franquista y gitano), Gilberto Hernández (joven y gitano) i Johnnie Mercedes (traspunte, rezadora, franquista, actor y gitano) demostraron gran dominio del texto y una expresividad impecable, manteniendo la intensidad de la obra en cada escena.
Pachy Méndez (actriz y gitana) y Ernesto Báez (hombre, rezadora, franquista, actor y gitano) ofrecieron actuaciones llenas de matices, con una energía que enriqueció la dinámica del montaje. Wilson Ureña (leñador, rezadora, franquista, actor y gitano) aportó solidez y carisma a su papel, mientras que la participación especial del actor español Luis Hacha, con el papel de Lorca, añadió un nivel de refinamiento y elegancia que complementó perfectamente la propuesta escénica.
En cuanto al montaje, la escenografía de Fidel López logró una fusión magistral entre lo simbólico y lo funcional, transportando al espectador al universo de Lorca con una estética que evocaba la dualidad entre sueño y realidad. El diseño de vestuario de Bautista Sierra destacó por su precisión y belleza, con una cuidada selección de textiles y colores que reforzaron la esencia de la obra.
La iluminación jugó un papel crucial en la atmósfera de la puesta en escena. Con transiciones bien logradas y un uso expresivo de las sombras y los contrastes, se acentuaron los momentos más dramáticos de la pieza.
Sin duda, un montaje de gran calidad y una dirección comprometida de Fausto Rojas con la visión de Lorca, que se convirtió en un emotivo homenaje al teatro y a la memoria de Iván García y Emilio Aparicio. El público, conmovido, despidió la función con una ovación de pie, reafirmando que el teatro sigue siendo un espacio de resistencia, arte y reflexión.
Apuntes sobre el Día Nacional del Teatro
Al amparo del Decreto No.1613, de fecha 15 de marzo de 1980, emitido por el Poder Ejecutivo, siendo presidente constitucional de la República, don Silvestre Antonio Guzmán Fernández, fue declarado el «Día del Teatro Dominicano».
La creación del Día Nacional del Teatro fue motivada por una instancia que elevarán al Poder Ejecutivo varios participantes en el «Primer Coloquio de Críticos de Arte», que se celebró en la ciudad de Santiago de los Caballeros, los días 23 y 24 de marzo del año 1980.