Después de que el pasado 19 de septiembre, el rapero Tekashi 6ix9ine confesó durante el juicio por crimen organizado que enfrenta en la corte federal de Manhattan, que Cardi B fue parte de la banda criminal Nine Trey Gangsta Bloods, la cantante reaccionó en redes.
En su última aparición en el estrado de los testigos, el rapero hizo una serie de declaraciones que llamaron la atención del público, pues intenta reducir una condena de 47 años en prisión.
Las confesiones de Tekashi involucraron a la cantante de rap, de quien su disquera negó cualquier vínculo con la banda.
Por su parte, la famosa, aparentemente respondió a los rumores compartiendo un meme en su cuenta de Instagram de su compañera Keke Palmer, con quien comparte créditos en la película «Hustlers».
En el video, aparece Keke y dice, «Odio decirlo. Espero no sonar ridícula, pero no sé quién es este hombre. Lo siento por este hombre».
Durante el juicio que se llevó a cabo el martes pasado se le preguntó a Tekashi, cuyo verdadero nombre es Daniel Hernández, si Belcalis Marlenis Almanzar, mejor conocida como Cardi B, fue parte de la pandilla, a lo que el detenido, contestó «Correcto» y añadió, «Yo sabía quién era ella. No le presté atención».
La cantante de, 26 años, anteriormente confesó que era miembro del subgrupo de los Bloods, pero que dejó el grupo cuando comenzó a trabajar como stripper. De acuerdo al portal, la cantante explicó, «Cuando era una stripper, no me importaban las pandillas, porque estaba muy concentrada en ganar dinero».
A principios de este año, 6ix9ine se le declaró culpable de cargos federales relacionados con armas y extrorsión, pero acordó cooperar con las autoridades federales en contra de Nine Trey Gangsta Bloods.
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El jueves, se le preguntó si su testimonio en el caso era para ayudar al gobierno o simplemente sus posibilidades de obtener una sentencia más leve, a lo que respondió, «Un poco de ambos».
Nine Trey Gangsta Bloods es una banda señalada de cometer varios tiroteos, robos, asaltos y vender drogas, en Manhattan y Brooklyn. La pandilla se formó en 1993 en la ciudad de Nueva York y desde entonces opera en la costa este del país. Se les ha vinculado también con crímenes como el tráfico de mujeres y actos violentos, además de la distribución de drogas ilegales como heroína y cocaína, y la falsificación de dinero.
