Esta semana, el programa de investigación Desclasificado, el cual es conducido por Addis Burgos, expuso el caso de Orlando Santana, un reconocido músico dominicano radicado en Puerto Rico que decidió invertir sus ahorros en un apartamento en Santo Domingo, sueño que al cabo de poco tiempo se transformó en pesadilla.
Con cuatro décadas en el merengue, Santana, conocido por su paso por la orquesta “La Mákina” y por su trayectoria como saxofonista en los años 80 y 90, tomó la decisión de adquirir una propiedad en la Torre Bellagio 5, en el sector Bella Vista, el pasado año 2020, impulsado por el apego a su tierra natal.
“Era para entregar en el 2021, pero hasta el sol de hoy no me lo han entregado, hoy no me lo han entregado¨, dijo. “Llego a esa inmobiliaria porque la veo en internet, veo la foto, la veo bien bonita, entonces mi esposa me dice mira es que yo estoy acostumbrada a que sea en Bella Vista porque ella no conoce mucho del país, no conoce mucho la ciudad, pero como siempre llevamos a Bella Vista».
El contrato firmado con la constructora Goimer estipulaba que el apartamento, valorado en 187,700 dólares y de 145 metros cuadrados, estaría listo en 2021, según el relato compartido en el programa. Con gran esfuerzo, Santana realizó el pago del 50% del valor total, alcanzando los 93,850 dólares (equivalentes a cinco millones 631 mil pesos dominicanos).
Su ilusión era tener un lugar propio para su familia en el país. Sin embargo, a pesar de los plazos prometidos, aún no ha recibido el apartamento. En el contexto del auge inmobiliario en República Dominicana, con imponentes torres y lujosos proyectos, el caso de Santana pone de relieve un problema creciente: las estafas en el sector.
«Yo lo que quería era tener un apartamento familiar, con tres habitaciones donde, cuando yo vengo con mis hijos al país, pues nos podamos quedar cada uno cómodo en su habitación porque mi familia somos mi esposa y yo y mis dos hijos».
Desclasificado expuso cómo algunos proyectos de alto perfil han estado involucrados en irregularidades, destacando la necesidad urgente de que las autoridades refuercen la regulación para proteger a los compradores ante estas prácticas.
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