El mandatario Luis Abinader se convierte prácticamente en el primer presidente que utiliza un carro eléctrico como medio de transporte oficial, y lo hace en un país con muy poca costumbre hacia este tipo de vehículo. En República Dominicana, hasta abril de este año, se había importado 48 vehículos de la marca Tesla, la que ha elegido Abinader.
Los vehículos eléctricos, que no queman combustibles, son vistos por los especialistas como el futuro del automóvil de uso familiar y de transporte, debido a su impacto mínimo en el ambiente.
La selección del presidente, que es un modelo S, le valió el reconocimiento del director de la compañía estadounidense fabricante, Elon Musk, quien en su cuenta de Twitter dijo sentirse honrado.
Vale el honor, porque en República Dominicana, apenas existen 1,547 vehículos eléctricos, de los cuales el 60% son híbridos, es decir, también pueden andar con gasolinas.
Mientras el periodista Roberto Cavada pregunto en sus redes: A propósito de que se inicia un cambio…y en todo (Gracias a Dios). Sería bueno saber si el Tesla eléctrico en el que se movió Luis Abinader, Raquel Arbaje y la primera dama lo compraron ellos, se lo regalaron, lo compró el PRM o el nuevo gobierno. Ya tiene placa 01.
“El Tesla es un vehículo eléctrico de alta gama. Ahora, comparado con el uso tradicional de las jeepetas que utilizan los funcionarios, una Lexus o Land Cruiser, este carro cuesta unos 35,000 dólares menos”, dice Sánchez.
Que el mandatario utilice un eléctrico, agrega otro elemento, el de la atención hacia el medio ambiente, un tema que por estar ausente en el discurso de toma de posesión del presidente, no puede vislumbrarse todavía como prioridad gubernamental.
Sin embargo, que el presidente tenga un eléctrico, abre la posibilidad a un fortalecimiento de medidas que favorezcan más el uso de este medio.
Tesla no solo vende vehículos eléctricos de alta gama, también fabrica otros productos de energía limpia. La marca creada en 2003, tiene como origen de su fundación el demostrar que los vehículos eléctricos “podían ser mejores, más rápidos y más divertido de conducir que los vehículos de gasolina”
