El artista urbano Chimbala nos abrió las puertas de su penthouse de lujo en Santo Domingo, para un recorrido lleno de vivencias dentro de la música urbana pero sobretodo caminando por el buen gusto de la decoración y remodelación que tiene este apartamento de dos niveles de cerca del millón de dólares según dice el intérprete de El Boom, Feliz, Maniquí y otros éxitos.
Chimbala cuenta desde sus inicios en Guaricano de Villa Mella que vivía en el barrio, con un abanico destruido, trabajando como gondolero en un supermercado y hoy gracias a la música puede disfrutar de una colección de carros de lujo donde pudimos ver una Honda CR-V, una Cadillac, Una Mercedes Benz que conduce su esposa Chary La Jefa como conocemos cariñosamente, así como un McLaren y una Lamborghini Urus estacionados en un majestuoso penthouse en un sector privilegiado de República Dominicana.
Entre anécdotas menciona que recuerda cuando en el estudio trabajaba sus pistas y canciones con El Alfa y otros artistas más y recuerda que El Mayor Clásico estuvo tratando de venderle una Gorra siendo éste Enmanuel Reyes aún. Se considera junto a El Alfa el Jefe la cara del movimiento urbano.
Chimbala nos da un tour por su propiedad que dice pagó con mucho esfuerzo durante el proceso de construcción que también le permitió no tener que tomar préstamo en el banco sino que saldó todo antes de la entrega. Cuando habló de precio dijo que invirtó unos seiscientos cincuenta mil dólares y luego en remodelación y diseño otros tantos que podrían superar en conjunto el millón de dolares.
Más allá de cuantó cuesta el apartamento de Chimbala, pudimos notar su buen gusto, el trabajo exquisito del diseñador Cepeda, quien no se limitó y logró plasmar cada detalle como el artista lo quería, tanto su escalera de mármol negro en el centro, como su estudio que es uno de los lugares favoritos.
Nos encantó personalmente la habitación principal con una cama que a modo de broma dice Chimbala que no puede ser muy alta para no tener que saltar, su baño con dos duchas, dos lavamanos y una tina con vista a la ciudad espectacular nos invita a relajarnos y pasar momentos agradables en el ambiente más intimo de Chimbala y su familia.
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