La expansión del coronavirus ha obligado al gobierno chino a movilizar todos sus recursos para combatir un contagio que se acerca rápidamente al millar de personas. Un centenar de excavadoras trabaja desde este viernes para construir en Wuhan, la ciudad donde se detectaron los primeros casos, un hospital con 1,000 camas que proporcione «tratamiento eficaz y en aislamiento a los pacientes infectados».
El gran reto es el tiempo: quieren que esté operativo el lunes 3 de febrero.
Esto supone un plazo de 10 días, un desafío sin apenas precedentes. Las imágenes difundidas por los medios oficiales ya muestran los movimientos de tierras en la gran explanada donde va a levantarse el centro sanitario.
Ocupará una superficie de 25.000 metros cuadrados y se levantará con barracones, lo que hace más rápida y económica la construcción. Es el mismo planteamiento que se utilizó en Pekín en 2003 para construir un centro especializado en el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave. Aquel hospital se levantó en siete días.
Antes incluso de que se marchen los obreros están acudiendo los médicos. 405 van a desplazarse en los próximos días desde Shanghai; este viernes llegan los primeros.
«Hemos movilizado a todos los trabajadores que quedan en Wuhan para trabajar por turnos las 24 horas», ha señalado Zhang Chongxi, gerente general de la empresa de carreteras y puentes Wuhan Construction. Según el diario South China Morning Post, el gobierno ha prometido a los trabajadores un sueldo tres veces superior al habitual. La construcción contrarreloj implica un esfuerzo adicional para garantizar el alojamiento del personal sanitario que se desplegará en el nuevo hospital.
En la provincia de Guadong se ha formado otro equipo de ayuda formado por 205 médicos y enfermeras con experiencia Para coordinar todo el aparatado sanitario se ha formado un equipo de investigación de emergencia.
Su objetivo será la localización de la fuente originaria, la realización de pruebas rápidas y el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus. Está liderado por Zhong Nanshan, médico de 83 años que destacó por su papel en la crisis del SARS.
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