El principal sospechoso es Marcelo Júnior Bastos Santos, un hombre de 27 años y compañero de trabajo de la víctima, quien habría actuado tras ella rechazar besarlo.
El crimen se desató luego de que Cíntia desapareciera, lo que llevó a su familia a reportar su ausencia a las autoridades. Según la investigación policial, el hecho ocurrió en el lugar de trabajo de la víctima, donde ella brindaba cuidados a una pareja de ancianos.
Las cámaras de seguridad captaron la presencia de Marcelo en la escena, quien finalmente confesó el asesinato porque ella se negó a darle un beso.
Durante su declaración, Marcelo admitió haber estrangulado a la víctima utilizando una cinta para pañales y aplicando una técnica de estrangulamiento conocida como «mata león». Después, intentó ocultar el cuerpo arrojándolo en un terreno baldío cercano.
Las autoridades locales confirmaron que el crimen será clasificado como feminicidio, delito que, en Brasil, se sanciona con penas severas.
En este caso, Marcelo Júnior Bastos Santos podría enfrentar hasta 60 años de prisión, ya que también será imputado por ocultación de cadáver, agravando aún más su situación penal.
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