Un hombre identificado como Daniel Calderón, originario del Distrito Municipal de La Ciénaga en San José de Ocoa, decidió quitarse la vida.
Presuntamente, Calderón, de aproximadamente 50 años, ingirió una sustancia desconocida, posiblemente “tres pasitos”. El trágico suceso ocurrió en Guerra, Santo Domingo, dejando a cuatro hijos en la orfandad.
Este lamentable incidente resalta la necesidad de prestar más atención a la salud mental y el bienestar emocional en nuestras comunidades.
Es crucial que como sociedad fomentemos el diálogo abierto sobre la salud mental y busquemos maneras de ofrecer ayuda y recursos a quienes puedan estar luchando en silencio.
La prevención del suicidio requiere un enfoque comprensivo que incluya educación, apoyo emocional y acceso a servicios de salud mental.