En medios de comunicación se difunde la ejemplar historia de una joven llamada Dariana García, conocida como «Dayana Café», la cual a sus 32 años, se ha convertido en una figura emblemática en el sector del café, ganándose el respeto y la admiración de la comunidad local en Higüey, de donde es originaria.
Desde que decidió independizarse de la casa de su madre a los 20 años, Dariana ha seguido un camino lleno de esfuerzo y dedicación.
Su trayectoria comenzó en la hostelería, donde trabajó como camarera en varios restaurantes. Aunque esta etapa le permitió adquirir experiencia y habilidades, el cansancio y el deseo de buscar nuevas oportunidades la llevaron a cambiar de rumbo.
«Decidí dejar el empleo en restaurantes porque sentía que necesitaba algo diferente. Regresé a Higüey y probé suerte en varios trabajos, pero no lograba obtener lo que necesitaba para subsistir,» recuerda Dariana.
Fue entonces cuando decidió emprender su propio negocio, impulsada por la necesidad de generar un ingreso que le permitiera vivir dignamente. Dariana se capacitó con cursos técnicos en ventas y emprendimiento, lo que la llevó a crear su marca «Dayana Café».
A través de su negocio, ha logrado establecer una conexión especial con los clientes, ofreciendo un café de alta calidad que rápidamente ha ganado popularidad.
«Ahora mismo, vivo de la venta del café. Es mi principal fuente de ingresos y me siento muy satisfecha con el impacto que ha tenido,» comparte.
Además de su emprendimiento, Dariana está comprometida con su educación. Actualmente, cursa la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD-Cure) en Higüey.
Para ella, es fundamental seguir preparándose y alcanzar sus metas académicas y profesionales. En ese sentido, dijo «Quiero expandir mi negocio y tener varios stands en toda la República Dominicana. También deseo convertirme en licenciada en Derecho y seguir desarrollando otros negocios».
Sin embargo, no ha sido fácil y tampoco su éxito ha sido por casualidad. Inicialmente, vendía su café a pie, cargando termos y caminando por las calles de Higüey.
Gracias a la ayuda de Maximin Aristy y la donación del Grupo Punta Cana, pudo adquirir una motocicleta que facilita su labor diaria.
Dariana ofrece un mensaje inspirador a los demás: «Cuando las cosas no vayan bien, recuerden que nada en la vida es fácil. No dejen que las dificultades les aparten de sus sueños. La persistencia es clave para lograr lo que uno quiere».
Con un futuro prometedor y una pasión inquebrantable por su trabajo, Dariana continúa avanzando hacia sus metas, demostrando que con esfuerzo y determinación, los sueños pueden hacerse realidad.
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