SPM.- La comunidad de San Pedro de Macorís se encuentra en estado de alerta tras una grave denuncia de abuso sexual que involucra a un maestro de inglés y una niña de 13 años en la escuela básica La Siria, en el municipio de Quisqueya. Este caso ha provocado el cierre temporal del centro educativo y encendido las alarmas entre los padres de familia, quienes ahora temen por la seguridad de sus hijos.
Familia en defensa de la víctima
Los padres de la adolescente han desmentido publicaciones recientes que incluyen supuestas conversaciones entre su hija y el maestro acusado. Según la familia, el teléfono de la menor habría sido hackeado en un intento por desacreditarla y desviar la atención del caso.
“Esto es una burla a nuestra familia y una falta de respeto a nuestra hija, quien es la víctima en todo esto”, expresó el padre, quien también se mostró sorprendido, ya que el acusado formaba parte de la misma congregación de su iglesia.
Vecinos de la familia han destacado la buena reputación de la menor, describiéndola como una niña tranquila y con sólidos valores. “Es una niña decente, humilde, cristiana. Siempre ha sido de su casa, su iglesia y su escuela. Esto nos ha dejado consternados y dolidos como comunidad”, comentó una vecina cercana.
Preocupación entre los padres
El caso ha generado miedo entre los padres de otros estudiantes, quienes ahora cuestionan la seguridad en las escuelas de la comunidad.
Eduard Saldaña, padre de dos niños que estudian en la misma escuela, expresó su inquietud:“Este caso me ha afectado profundamente. Tengo hijos pequeños allí y lo que queremos es justicia, pero también garantizar que esto no vuelva a pasar. Nuestros hijos merecen seguridad.”
Por su parte, Jessica Colen, madre de tres niños, destacó el impacto tanto emocional como educativo que ha tenido el cierre del centro:“Es un golpe fuerte. El cierre de la escuela está afectando la educación de nuestros hijos, pero nuestra mayor preocupación es su bienestar. Nadie esperaba que algo así ocurriera en esta comunidad.”
Clamor por justicia
La comunidad exige que el caso no quede impune y que las autoridades actúen de manera contundente. “Si es culpable, debe pagar. Necesitamos justicia para esta niña y que nuestras escuelas sean un lugar seguro para nuestros hijos”, declararon varios vecinos.
Este lamentable hecho subraya la necesidad urgente de reforzar la seguridad en los centros educativos y garantizar que las escuelas sigan siendo espacios seguros para los estudiantes. Asimismo, reabre el debate sobre la implementación de medidas preventivas más estrictas para evitar abusos en el entorno escolar.