El dominicano Kevin Silva, de 44 años y que llegó como residente legal a los Estados Unidos cuando tenía 11, teniendo un padre naturalizado estadounidense fue condenado en 2013 a 127 meses de cárcel en una prisión federal por tráfico de cocaína y mari-huana.
Pero después de ser liberado la Policía de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), lo arrestó y lo puso en deportación. Desde entonces, está luchando para que el presidente Joe Biden detenga el proceso, pero la orden provino del juez federal de inmigración Randall Duncan el 6 de marzo 2021.
Desde que llegó a Estados Unidos en 1980, Silva nunca regresó a la República Dominicana por lo que conoce su propio país. En la cárcel se graduó del equivalente de bachillerato (GED) y completó un programa contra las drogas ordenado por el mismo juez.
“Espero un milagro, mis hijos y toda mi familia están aquí”, le dijo el dominicano a la cadena ABC News en una entrevista reciente.
En enero de este año se salvó por primera vez de la deportación cuando fue sacado del avión de ICE que lo conduciría a Luisiana y de allí a la República Dominicana.
Podría ser deportado en cualquier momento ya que el juez Duncan, lo calificó como un peligro y una amenaza para la sociedad, aunque el dominicano sostiene que es otro hombre, admite sus errores y se ha reinsertado en la comunidad luego de salir de prisión.
Varias organizaciones pro inmigrante están bregando con el caso a través de sus abogados, pero se cree que sería muy difícil lograr la revocación del magistrado para su repatriación.
Silva relata que cuando era pequeño su madre abandonó a su padre junto a él y el papá asumió la custodia, pero nunca le tramitó la ciudadanía americana que le correspondía, de acuerdo a una ley de 1940 que fue modificada y no tiene efecto retroactivo, lo que es otro de los obstáculos que enfrenta.
Su padre murió en un accidente de tránsito y Silva quedó solo por lo que argumenta que se descarrió en las calles donde vendía las drogas.
Silva creía que la ciudadanía americana le correspondía automáticamente por el estatus de su padre, pero en 1988 el año en que llegó a Estados Unidos la ley federal permitía que solo las madres estadounidenses solteras, no los padres solteros, pasaran automáticamente su ciudadanía a sus hijos. La ciudadanía solo se puede reclamar para el niño si el padre pasó por algún proceso, como casarse con la madre, probar la paternidad o firmar una declaración jurada aceptando mantener al niño.
«Solo necesitamos un milagro», dijo Silva a ABC News en una primera entrevista en diciembre 2020 después de las elecciones presidenciales. «Estoy dependiendo y espero que cuando Biden asuma la presidencia, pueda ayudarnos a salir de esta situación».
Pero su milagro nunca se produjo. Silva será deportado el martes, según su abogado.
«Pensamos que iba a haber un cambio», dijo la hermana a ABC News.
«Pensé que al menos tendría la oportunidad de terminar de argumentar su caso. Es realmente decepcionante, especialmente porque ha estado aquí desde que era tan joven. No sabe nada sobre la República Dominicana. Es muy triste», añadió Peña.
La cadena de televisión dijo que trató de obtener una reacción de la Casa Blanca que no respondido todavía.
Cuando era adolescente, Silva se involucró en actividades ilegales después de la mu-er-te de su padre.
«Voy a ser honesto, estaba vendiendo drogas», dijo Silva en diciembre. «Lo lamento. Lamento cada una de las cosas que hice en mi pasado».
Su proceso de deportación comenzó el 16 de julio de 2019 y desde entonces ha estado bajo la custodia de ICE).
Meredyth Yoon, una de las abogadas de Silva y abogada principal de la Iniciativa de Libertad para Inmigrantes del Sureste del Southern Poverty Law Center, cree que Silva está siendo blanco de deportación injustamente porque es un inmigrante negro.
El caso de Kelvin subraya que nos enfrentamos a un sistema de inmigración inhumano que castiga doblemente a los inmigrantes negros», dijo Yoon.
«Le pedimos a la administración Biden que muestre gracia y que respete los derechos y la humanidad de todos los inmigrantes. Pero estamos viendo que este Gobierno continúa deportando a miembros de la comunidad como Kelvin, y particularmente a inmigrantes negros», añadió.
En un comunicado, ICE dijo que Silva ingresó a los Estados Unidos legalmente pero violó los términos de su admisión con múltiples condenas por drogas.
La agencia dijo que Silva es un delincuente agravado que cae dentro de las prioridades actuales para el arresto y deportación civil de inmigración establecidas por la administración actual.
“Las personas que representan una amenaza para la seguridad pública» tienen prioridad para la deportación”, dijo un portavoz de ICE.
«El señor Silva no es una amenaza para la seguridad pública y, por lo tanto, no cumple con los criterios de aplicación de la Categoría Prioritaria de Seguridad Pública», escribió Yoon en un comunicado de prensa. «Tiene amplios lazos familiares en los Estados Unidos, incluida su madre ciudadana estadounidense, sus hermanas y sus tres hijos».
Silva incluso cuenta con el apoyo de miembros del congreso, que han solicitado su liberación.
«El Sr. Silva tiene una petición de revisión existente en el Undécimo Circuito, que involucra un reclamo de nacionalidad y desafíos de igual protección a una ley de ciudadanía discriminatoria, pero por la cual sería reconocido como ciudadano estadounidense», señaló la congresista Alma Adams de Carolina del Norte.
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