REDACCIÓN. – Un reciente estudio de la Universidad Estatal de Ohio ha revelado que dormir menos de siete horas por noche puede contribuir al aumento de peso.
La investigación señala que la privación del sueño no solo incrementa el consumo de hidratos de carbono, azúcar y grasas, sino que también afecta el metabolismo y el equilibrio hormonal del organismo.
Uno de los principales factores que vinculan la falta de sueño con el aumento de peso es la alteración en los niveles de grelina y leptina, hormonas que regulan el hambre y la saciedad. Cuando una persona duerme poco, los niveles de grelina aumentan, estimulando el apetito, mientras que los niveles de leptina disminuyen, reduciendo la sensación de saciedad. Esto genera una mayor tendencia a consumir alimentos poco saludables y en cantidades excesivas.
Además, la falta de descanso adecuado afecta el metabolismo, elevando el riesgo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2. El desajuste en el reloj biológico también puede llevar a un estilo de vida más sedentario, lo que refuerza el círculo vicioso del aumento de peso.
El impacto del sueño en la salud mental es otro aspecto relevante. La privación del descanso adecuado puede aumentar los niveles de ansiedad y estrés, lo que a su vez fomenta la llamada «alimentación emocional», donde las personas buscan consuelo en alimentos altamente calóricos.
Para mantener un peso saludable y evitar estos efectos negativos, los especialistas recomiendan establecer una rutina de sueño regular, crear un ambiente propicio para el descanso y evitar el consumo de estimulantes antes de dormir. Dormir bien no solo ayuda a controlar el peso, sino que también es clave para una buena salud general.
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