Funcionarios de Estados Unidos mantuvieron el miércoles conversaciones en Haití sobre solicitudes de intervención internacional para combatir la creciente inseguridad en el país caribeño, pero el gobierno estadounidense se mostró renuente a enviar tropas.
Brian Nichols, el principal diplomático de Estados Unidos para las Américas, y el teniente general Andrew Croft, comandante adjunto del Comando Sur estadounidense, que supervisa las actividades de defensa en Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, pasarán el miércoles y jueves en Puerto Príncipe, donde prevén reunirse con el primer ministro Ariel Henry, otras autoridades haitianas y miembros de la sociedad civil, dijo el Departamento de Estado.
El gobierno de Haití solicitó formalmente el viernes asistencia internacional, en medio de una creciente epidemia de cólera y disturbios, con bandas armadas apoderándose de sectpres del país más pobre del hemisferio occidental, incluida su mayor terminal de importación de combustible.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha pedido el despliegue inmediato de una fuerza armada especial, advirtiendo sobre un «deterioro dramático de la seguridad».
«Estamos revisando la solicitud del gobierno haitiano y explorando una serie de opciones con la comunidad internacional», dijo a periodistas un alto funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.
El responsable aseguró que Estados Unidos brindará un «apoyo sólido» a lo que decida el Consejo de Seguridad, que tratará la situación en Haití el 21 de octubre.
Pero indicó que Biden, un escéptico del despliegue de tropas estadounidenses que el año pasado puso fin a la guerra en Afganistán, no tenía planes de incluir militares estadounidenses en ninguna potencial fuerza para Haití, un país que Estados Unidos controló durante casi dos décadas hace un siglo.
«Creo que es prematuro realmente comenzar a pensar si Estados Unidos va a tener una presencia física en Haití», dijo, tras reconocer que Estados Unidos avanza «con cautela» en este tema.
El funcionario estadounidense dijo que Washington apunta a mejorar la Policía Nacional de Haití, creada en 1995 bajo el primer presidente electo del país, Jean-Bertrand Aristide, para garantizar el control civil y brindar seguridad.
Mientras tanto, Estados Unidos envió, a pedido del gobierno haitiano, un barco de la Guardia Costera frente a Puerto Príncipe, y está tratando de acelerar la entrega de asistencia humanitaria adicional, en particular para ayudar al país a hacer frente al cólera.
Más de tres años después de una epidemia que mató a más de 10.000 personas, Haití confirmó hasta el 9 de octubre 18 muertes por cólera, dijo este miércoles la Organización Panamericana de la Salud (OPS).