El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha votado para que se proteja el acceso a la mifespristona, uno de los dos medicamentos utilizados para abortar médicamente en el país, al congelar los fallos de los tribunales inferiores que imponían restricciones sobre el mismo.
De los nueve jueces, cinco han acordado otorgar la suspensión a las limitaciones decretadas por un juzgado de Texas, aunque todavía se desconoce quiénes de los seis jueces conservadores han secundado esta decisión.
Los únicos que sí han informado de su voto públicamente han sido los dos jueces conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito, que se han mostrado en contra, según ha informado la cadena NBC News.
La decisión del Tribunal significa que las mujeres aún pueden obtener mifepristona por correo, usarla en casa y hasta las diez semanas de embarazo, mientras continúa el litigio en el tribunal inferior. La versión genérica del medicamento, fabricada por GenBioPro, también seguirá estando disponible.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha celebrado esta decisión: «Hoy, el Tribunal Supremo ha concedido la solicitud de suspensión de emergencia del Departamento de Justicia en ‘Alliance for Hippocratic Medicine versus FDA’, lo que ha impedido que entrara en vigencia una decisión de un tribunal inferior que habría socavado el juicio médico de la FDA y puesto en riesgo la salud de las mujeres».
«Lo que está en juego no podría ser más importante para las mujeres en todo Estados Unidos. Continuaré luchando contra los ataques a la salud de las mujeres impulsados por la política. Pero seamos claros: el pueblo estadounidense debe continuar usando su voto como su voz y elegir un Congreso que apruebe una ley que restablezca las protecciones de Roe versus Wade» ha añadido Biden.
La vicepresidenta del país, Kamala Harris, ha realizado unas declaraciones en la misma línea, afirmando que van «a seguir con la lucha».
«El presidente y yo seguiremos luchando para proteger la libertad de la mujer para tomar decisiones sobre su propio cuerpo y el acceso a la atención de la salud reproductiva, incluido el aborto con medicamentos. Nadie debe interponerse entre una mujer y su médico» ha explicado la vicepresidenta.
La decisión del juez de distrito Matthew Kaczmaryk en Texas sobre el uso de la píldora abortiva se enmarca en una nueva batalla legal que, según organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, merma los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres.
La medicación para interrumpir voluntariamente el embarazo, que es el principal método utilizado a nivel nacional, ha vuelto a poner en el punto de mira el acceso al aborto tras la derogación en 2022 del fallo de ‘Roe versus Wade’, que reconocía este derecho.
El uso de la mifepristona fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos hace más de dos décadas tras defender que ya quedó demostrado que es segura y efectiva para poner fin a un embarazo.
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