En 2017 conocíamos que el gigantesco asteroide lleno de níquel e hierro de cerca de 400 metros de ancho, 99942 Apophis, contaba con una probabilidad de 1 entre 100.000 de impactar contra la Tierra; considerado, por tanto, una amenaza real contra nuestro planeta.
Ahora, un astrónomo del Instituto de Astronomía (IfA) de la Universidad de Hawái ha hecho un nuevo descubrimiento relacionado precisamente con su trayectoria que se espera que pase muy cerca de la Tierra.
El asteroide está acelerando, ganando velocidad, debido al efecto de Yarkovsky, a causa de una fuerza extremadamente débil sobre el objeto debido a una radiación térmica no uniforme. Este nuevo dato afecta a la probabilidad de un impacto terrestre en 2068, pues puede provocar un desvío no gravitacional que lo lleve a una trayectoria de impacto contra nosotros, aunque las posibilidades siguen siendo muy pequeñas.
Apophis fue descubierto en 2004. Inicialmente, parecía que la roca podría estrellarse contra la Tierra el 13 de abril de 2029, o tal vez en abril de 2036. Observaciones más precisas revelaron posteriormente que en ambos casos, la posibilidad de un impacto real era cero, aunque el sobrevuelo de 2029 llevará a Apophis dentro de las órbitas de los satélites geoestacionarios; será visible como un objeto a simple vista que se mueve rápidamente desde Europa y África.
Así, los científicos afirmaban que el impacto era imposible, pero este nuevo hallazgo sugiere que el asteroide tiene posibilidades de estrellarse contra la Tierra el 12 de abril de 2068, un escenario que podría ser catastrófico para nuestro planeta, pues lo haría con la fuerza de 1.151 megatones de TNT.
El efecto Yarkovsky, en el que se basa esta predicción, es una fuerza neta sutil sobre un cuerpo pequeño y giratorio causada por un calentamiento asimétrico.
Los científicos midieron la fuerza de este efecto en Apophis haciendo observaciones posicionales extremadamente precisas utilizando el telescopio japonés Subaru de 8,3 metros en Mauna Kea. Sus resultados indican que el semieje mayor de la órbita del asteroide está disminuyendo 170 metros por año.
El resultado: existe una pequeña posibilidad (actualmente alrededor de 1 en 150.000) de un impacto real en abril de 2068. En su punto más cercano en 2029, Apophis pasará a solo 37.725 km de nuestro planeta, o aproximadamente el 10% de la distancia Tierra-Luna.
Y es que todos los asteroides necesitan volver a irradiar como calor la energía que absorben de la luz solar para mantener el equilibrio térmico, un proceso que cambia ligeramente la órbita del asteroide.
Tholen, que lleva siguiendo el movimiento de Apophis en el cielo desde que él y sus colegas lo descubrieron en el Observatorio Nacional de Kitt Peak cerca de Tucson, Arizona, el 19 de junio de 2004, comentó: “Sabemos desde hace algún tiempo que un impacto con la Tierra no es posible durante la aproximación cercana de 2029.
Las nuevas observaciones que obtuvimos con el telescopio Subaru a principios de este año fueron lo suficientemente consistentes como para revelar la aceleración Yarkovsky de Apophis, y muestran que el asteroide se está alejando de una órbita puramente gravitacional en unos 170 metros por año, lo que es suficiente para mantener en juego el escenario de impacto de 2068”.
La NASA y otras agencias espaciales están monitoreando constantemente objetos potencialmente peligrosos de cara a estos efectos que alteran la órbita.
Se trata de un factor crítico en el caso de asteroides como Apophis, que están programados para pasar muy cerca de la Tierra. Afortunadamente, nos estamos preparando para este posible escenario. muyinteresante.