Román Yurkov, un hombre ruso de 35 años, fue condenado a seis años de cárcel por estafar a su banco. Oriundo de la ciudad de Tula, recibió el 31 de mayo de 2020 una transferencia equivocada del banco equivalente a 1,4 millones de dólares, según informan medios locales.
En lugar de intentar averiguar qué había pasado porque el dinero no le correspondía, utilizó su cuenta en una casa de apuestas para extraer gran parte del dinero con 220 transacciones en pocas horas. Compró, además, inmuebles, autos y hasta un iPhone, además de realizar viajes turísticos.
Pero la historia terminó muy mal y pagó con la cárcel su «picardía».En cuanto descubrió el error, trató de hacer varias maniobras con operaciones para poder gastar más de la mitad de la inesperada fortuna.
Para ello, utilizó una aplicación para pasar el dinero a través de una casa de apuestas y, de ese modo, tener la posibilidad de utilizarlo, explica Ridus, un medio local.
De acuerdo a este mismo medio, de manera consciente y sabiendo que era algo que no le pertenecía, el hombre se dio todos los gustos.
Entre otras cosas, compró tres departamentos, dos autos -un BMW y un Mercedes Benz-, un iPhone, viajó al exterior y vivió una vida de lujos durante los meses que siguieron. Sin embargo, alrededor de 540.000 dólares aún quedaban en su cuenta cuando las autoridades le incautaron el dinero.
Es que cuando el banco comenzó a cerrar los resultados de los informes trimestrales, el estafador quedó rápidamente al descubierto.
Y es por eso que tuvo que devolver lo que aún no había tenido tiempo de gastar.Luego de presentarse en la sucursal -y a pesar de haber acordado la devolución- el hombre fue arrestado.
Además, las autoridades presentaron cargos en su contra por el «robo de una cuenta bancaria cometido a gran escala», lo que terminó en una condena de 6 años de prisión.
La oficina del fiscal de la región de Tula informó que también se le incautaron sus propiedades y a favor del banco se le cobraron unos 775.000 dólares.
Sin embargo, Yurkov asegura que no hizo nada malo. En el juicio, sostuvo que creía que el dinero provenía de sus ganancias en los corredores de apuestas.
Además, indicó que se puso en contacto con el banco varias veces y siempre le confirmaban que todo estaba bien… Hasta que le bloquearon el acceso en noviembre.
Como en todo proceso, el hombre tiene derecho a apelar el fallo. Sin embargo, todavía no se sabe si lo hará.
