El nuevo coronavirus suma 50,243 muertes en Estados Unidos, luego de que se registraran este jueves 23 de abril otros 3.176 decesos adicionales, en una de las jornadas más letales desde el surgimiento de la epidemia.
El conteo de la Universidad Johns Hopkins reveló que con las muertes
registradas en las 24 horas hasta las 20H30 locales, el balance en Estados Unidos de víctimas fatales por coronavirus llega a 49.759 personas.
Este jueves dejó 26.971 nuevos casos de coronavirus confirmados, cifra
que lleva el total a 866.646 enfermos identificados desde el principio de la epidemia.
Al final de la semana pasada.
Estados Unidos registró dos altos balances diarios de víctimas (más de 3.800 y 4.500 muertos), pero esos datos se debían en parte a la suma de fallecidos «probablemente vinculados» a la COVID-19, que nunca habían sido tomados en cuenta hasta el momento.
Además de esos dos balances, el de 3.716 muertos del jueves por la noche es el más alto registrado en un país en un día desde el comienzo de la pandemia, que dejó cerca de 190.000 muertos en el mundo.
A pesar de esos datos alarmantes, varios estados del país, entre ellos Texas, Vermont y Georgia, decidieron abrir la vía a su desconfinamiento al autorizar la reapertura de algunos comercios.
La jornada dejó en Estados Unidos otra tema saliente, con la conferencia de prensa de este jueves del gobernador neoyorquino Andrew Cuomo, señalando que los testeos de miles de personas elegidas al azar en supermarcados dejó un porcentaje de contagio del 14,6 por en ese estado.
Y del 21,2% en la ciudad de Nuevo York, lo que si se extiende la progresión llevaría los cálculos contagios a la dramática cifra de 2,6 millones de personas.
Esos testeos masivos y al azar son la clave para que se puedan disponer el levantamiento de las órdenes de confinamiento, reabriendo la economía en las distintas demarcaciones de Estados Unidos.
Pero los exámenes de miles de personas sin síntomas en Nueva York dejó en claro que
todavía no se llegó allí al pico de la pandemia. «Creo que es vital que cualquier estado primero haga un estudio de base para ver dónde está en términos de infectados», dijo Cuomo.
Si bien existe cierta incertidumbre sobre la precisión de estos tests y la muestra en un universo como el neoyorquino puede considerarse pequeña, Cuomo admitió que si los datos son correctos, el único dato positivo es que la tasa de mortalidad del virus en el estado estaría solo de 0,5%, bastante menor al promedio estadounidense y a los países europeos más afectados que basan sus cifras en casos confirmados. EFE