En dos ruedas hacia la muerte

Santo Domingo.– Estefanía vive en Los Mina, un sector vibrante y lleno de vida en Santo Domingo, donde las calles siempre están llenas de gente, música y no falta el bullicio del día a día. Su hijo, Moisés, era un joven de 19 años, con grandes sueños y una motocicleta que lo llevaba a recorrer cada rincón del barrio.

Aunque Estefanía le decía, como toda madre que se preocupa, que tuviera cuidado, él le sonreía con esa confianza juvenil que solo los chicos de su edad tienen: «mami, tranquila, que todo está bien», sin imaginar que de repente todo cambiaría. 

Aquella tarde del 27 de abril de 2013, el teléfono sonó y Estefanía escuchó lo que tanto temía: «su hijo ha tenido un accidente, señora, acaba de fallecer». La voz al otro lado se desvaneció en un eco lejano mientras el mundo de ella se caía a pedazos. Su casco protector olvidado en la esquina, es el recuerdo más preciado que guarda su progenitora.

Moisés es una de las cientos de personas que cada año se suman a las dolorosas estadísticas de las autoridades, que revelan que los motoristas están involucrados en una proporción significativa de accidentes.

El informe “Situación Nacional de la Seguridad Vial”, el cual se encuentra en el portal del  Observatorio Permanente de Seguridad Vial (OPSEVI), registró 2,855 fallecidos en el 2024, lo que evidencia una pequeña disminución en comparación al 2023, año en el que 3,128 murieron en accidentes de tránsito. 

De estas muertes del pasado año, el 18% vincula edades comprendidas entre 20-24, un 14% en 25-29, mientras que un 11% llegó a cumplir de 30-34, cifras alarmantes que reflejan que los jóvenes encabezan la lista de muertos en las vías. 

Otro dato que ofrece la entidad, es que de los accidentes, 1,895 involucraron vehículos de dos ruedas, más de la mitad de la cantidad total.

Otra información suministradas por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), tras una solicitud mediante el Portal Único de Solicitud Acceso a la Información Pública (SAIP), indica que la cantidad de accidentes de tránsito registrados en la República Dominicana ascendió a 14,179 en el año 2024, de los cuales un 79% (11,209) involucraban, al menos una motocicleta. Unos 4,205 jóvenes, en edades de 18 a 35, estaban implicados en estos hechos.

Emergencias abarrotadas por accidentados 

Los jovenes conductores también ocupan el primer lugar entre los lesionados, de acuerdo a información suministrada por el Ministerio de Salud Pública. El año anterior, 118,815 personas resultaron con laceraciones en accidentes viales, de los cuales 13,766 tenían entre 10 a 19 años, 28,467 oscilaban entre 20 a 29, y 16,976 de 30 a 39. 

El análisis también expone que las provincias que exhiben las proporciones más elevadas de fallecidos en accidentes de motocicletas durante el 2024 son: Santo Domingo (191), San Cristóbal (170), Santiago (161), La Altagracia (130), La Vega (107) y Puerto Plata (101). En estas demarcaciones del país se registraron alrededor del 38% de los decesos a nivel nacional.

Conforme al  Hospital Docente Universitario Dr. Dario Contreras ante una respuesta a través del SAIP, a lo largo del 2024 atendieron en su emergencia 11,766 pacientes con contusiones a causa de accidentes en moto. 

De este número, 1,651 tenían entre 15-19 años, 4,413 de 20-29 y 2,666 de 30 a 39, de los cuales fallecieron 60.  

Las heridas más comunes presentadas por los pacientes en estos accidentes de tránsito, según el centro médico, son: trauma craneoencefálico severo, trauma múltiple severo y trauma contusos. 

Horas oscuras, días de prisa y el aumento de la mortalidad 

Los accidentes de motocicletas suelen ocurrir en las noches largas, los fines de semana y los días festivos, cuando el caos de la prisa y la oscuridad se mezcla con la imprudencia. Las horas más críticas son al caer el sol, entre las 6:00 y 9:00 de la noche, y en las mañanas tempranas, de 6:00 a 9:00. Asimismo, la cifra aumenta cuando el calendario marca viernes y sábado.

Así lo denota el OPSEVI en su página web. Los datos estadísticos arrojan que en 2024, enero (406) fue el mes que más registra decesos por colisiones de tránsito, seguido por marzo (315), julio (278) y septiembre (254). 

En tanto, las vías en que se apagaron más vidas son:  autopista Duarte (311), carretera Sánchez (2025) y autopista Las Américas (42). 

Motocicletas predominan en parque vehicular de RD 

El parque vehicular dominicano está predominado por las motocicletas. Para nadie es un secreto que  las motos se han vuelto una moda, sobre todo, en los sectores más vulnerables del país, donde a menudo los jóvenes no esperan ni siquiera tener la mayoría de edad para adquirir esta opción de transporte. 

Es importante resaltar que las motocicletas no solo funcionan como un medio de transporte, sino también como una fuente de trabajo, especialmente con el crecimiento de los servicios de entrega a domicilio, moto taxis y mensajería, proporcionados por las plataformas digitales.

Entre los años 2019 y 2023, el parque vehicular en República Dominicana se incrementó en un 25.3%, con un crecimiento promedio anual de aproximadamente un 6% durante el mismo período.

Al 31 de diciembre del año 2023, se situó en más de 5.8 millones de unidades, de las cuales el 56.5% son motocicletas, seguido por los automóviles con un 19.3%, siendo estos los de mayor presencia en las vías, estableció la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) en su Estudios Económicos y Tributarios. 

En el caso del 2024, la flota vehicular del país cerró en 6, 010,419, de los cuales más de la mitad (3,509,086) corresponden a motocicletas, representando el 58.4%. 

Mientras que, los datos arrojados por el X Censo de Población y Vivienda reflejan que el 33% de las viviendas en la República Dominicana tienen motor o pasola y un 24% tiene automóvil de uso privado.

Seducidos por la adrenalina 

Las historias de jóvenes que han perdido la vida participando en carreras clandestinas de motocicletas resuenan con dolor, desesperación y reflexión sobre estas decisiones impulsivas que enlutan a sus familiares. 

En la República Dominicana, como en muchos otros países, las carreras clandestinas son un fenómeno en crecimiento, donde jóvenes se sienten atraídos por la adrenalina y la competencia sin pensar en los riesgos que conlleva. Estas carreras no solo son ilegales, sino también mortales.

De enero a septiembre de 2024, la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) había confiscado un total de 173 motocicletas, las cuales fueron llevadas al Centro de Retención Vehicular de Villa Mella (La 28).

Aunque no existen mayores estadísticas oficiales y consolidadas sobre este tipo de actividades debido a su naturaleza clandestina, hay algunos datos y hechos relevantes que se pueden destacar en cuanto a las sanciones que pueden enfrentar los participantes.

Las penas que enfrentan los involucrados en esta práctica pueden ser una combinación de multas, prisión, suspensión de la licencia y confiscación de vehículos, dependiendo de la gravedad de la infracción y las consecuencias del evento. 

Si la carrera clandestina resulta en lesiones o muerte de alguna persona, los responsables podrían enfrentar cargos de homicidio involuntario o lesiones graves, lo que implicaría penas de prisión. Las penas pueden ser bastante severas, dependiendo de las circunstancias del incidente y podrían variar de seis meses a dos años de prisión. 

Estas sanciones están contenidas y regidas según lo establecido en Ley No. 63-17 sobre Movilidad y Transporte Terrestre Suspensión y el Código Penal (Artículos 309 y 310).

La cultura de “volar” sobre las calles

A pesar de su popularidad, el fenómeno de los motoconchos no está exento de peligros. La falta de capacitación adecuada, la carencia de medidas de seguridad (como el uso obligatorio de cascos) y las altas velocidades a las que circulan los motoristas en las calles contribuyen a un alarmante número de accidentes de tránsito.

Datos suministrados por la Digesett, revelan que el año pasado 409,074 conductores fueron sancionados por “no uso de casco en motocicletas”.

ScreenshotPara el sociólogo Celedonio Jiménez, varios rasgos de la cultura dominicana influyen significativamente en la forma en que los adolescentes manejan las motocicletas. 

“La prisa, el incumplimiento de las leyes y normas, la subestimación de la vida y el deseo de sobresalir, son parte de los actuales rasgos de nuestra cultura, que ciertamente influyen en la forma en que muchos de nuestros adolescentes conducen las motocicletas”, precisa el experto. 

Además, sostiene que hoy en día la conducción de motores no es uno de los hábitos de los adolescentes de las clases más encumbradas, sino que estos, más bien tienen expectativas y acceso a automóviles de gran confort y lujo.

En ese sentido, explica que el problema de la conducción de motores y los accidentes es un problema que envuelve, sobre todo, a los chicos de los sectores más deprimidos, social y económicamente. 

Celedonio Jiménez recomienda que, para combatir este flagelo, el Gobierno debe implementar una campaña de educación y orientación destinada a los adolescentes, conductores de motores, en favor del respeto a la vida propia y la de los demás.

De igual forma, sostiene que tiene que llevar a cabo una labor estricta de las autoridades a fin de impedir los excesos de velocidad, el respeto a las indicaciones de los semáforos y demás señales de tránsito, “aplicando régimen de consecuencia”. 

Secuelas 

Para la psicóloga Cheila Rosario, los adolescentes que sobreviven a un accidente de motocicleta pueden experimentar efectos psicológicos como el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), ansiedad, depresión, fobias específicas y dificultades para adaptarse a los cambios. 

Precisa que estas afecciones pueden afectar su vida social, escolar y emocional, generando aislamiento y limitando su independencia. Sin embargo, con intervención temprana y apoyo psicológico, es posible ayudarles a superar estos desafíos y recuperar su bienestar.

“La intervención temprana y el apoyo psicológico pueden marcar una gran diferencia en la recuperación de los adolescentes que han sobrevivido a un accidente de motocicleta”, afirma Rosario.

La especialista entiende que para ayudar a los adolescentes a superar el trauma postraumático tras un accidente de motocicleta, se utilizan estrategias como la Terapia Cognitivo-Conductual para cambiar patrones negativos de pensamiento y comportamiento, así como técnicas de Mindfulness y relajación para reducir ansiedad y estrés. 

Resalta que el entorno familiar y social es clave en la recuperación psicológica de un adolescente tras un accidente de motocicleta. Además debe contar con una red de apoyo sólida, que incluya a familiares y amigos, proporciona consuelo y seguridad emocional, permitiendo al adolescente sentirse escuchado y validado.

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Publicado por
losmocanos