En República Dominicana finalizar la secundaria significa promoción, pruebas nacionales y graduación, por lo que muchos estudiantes no piensan en la universidad de inmediato, sin embargo, no fue así para Shaniely Peña Gómez, quien, sin terminar la escuela.
Ya tiene un cupo asegurado en la Universidad de Yale en Estados Unidos y se convierte en el segundo estudiante dominicano de escuela pública en ganar una beca en una universidad de esa nación y la primera mujer en lograrlo, tras su compañero de escuela José Ramón Valdez Genao.
La respuesta de la universidad llegó el 30 de marzo de este año, pero el recorrido para crear un perfil que fuera atractivo para los reclutadores comenzó mucho antes del 1 de enero, cuando se cumplía el plazo para subir todos los documentos a la plataforma y tener todo listo para el cierre de la solicitud y la consecuente evaluación de los postulantes por parte de la institución.
En concreto le llevó cuatro años. En ese período la joven de 16 años y estudiante de último año del Técnico de Mantenimiento de Aeronaves en la Escuela Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en la Fuerza Aérea de San Isidro, participó en debates, modelos de las Naciones Unidas, formó parte de la creación de un periódico escolar, al mismo tiempo que mantenía notas excelentes con miras a llegar a una universidad de la Ivy League, sueño que dice tener desde muy pequeña.
Todas estas actividades sirvieron de base para crear su «perfil», pero a finales del año pasado Shaniely fue consciente de que debía exponer cada uno de esto logros a lo largo de su carrera escolar de la mejor manera para demostrar que era «una buena candidata para recibir este tipo de ayuda», lo que le pareció «muy sobrecargado» y «estresante».
«Nosotras hicimos cosas, pero ahora es saber vender esas cosas», insistió Shaniely recordando la noche en vela para terminar y subir un ensayo que resumiera en 15 páginas su vida escolar, mientras recibía el apoyo de su compañera y también becada por la Universidad de Columbia.
A pesar de esto y consciente de que podía recibir una respuesta negativa, la joven considera que haber aplicado a cinco universidades de EE.UU. fue «un proceso muy bonito», además de ser el resultado de su esfuerzo de cuatro años y la materialización de sus sueños.
A pesar de la seguridad que proyecta, la joven asegura que aún le cuesta creer que está a unos cuatro meses de ingresar a Yale como estudiante: «Realmente yo no me lo creo», dijo entre risas al ser cuestionada sobre qué significa haber ganado una beca en una de las universidades más importantes y antiguas del mundo (1701).
Retomando una postura más seria, Shaniely señala que está agradecida con la «rara» oportunidad que se le brinda, la cantidad de recursos y el «abanico completo de posibilidades» que tendrá a su disposición como estudiante de Yale, lo que considera le permitirá darle rienda a su curiosidad.
A pesar de que la emoción es tanta que aún duda que sea verdad lo que vive, la joven reconoce el peso de la oportunidad que se le brinda y tiene claro que no puede reducir la marcha si quiere aprovecharla al máximo.
«Ahora hay que doblar el esfuerzo», dijo Shaniely, quien irradia una madurez sorprendente para su corta edad.
En agosto, la joven dominicana se despide de sus amigos y familiares para mudarse a New Haven, ciudad en la que está ubicada la Universidad de Yale en Connecticut, para iniciar a finales de mes una nueva etapa en su vida académica con una «mente abierta y dispuesta» para recibir el conocimiento y dar lo mejor de sí misma.
Shaniely desea estudiar la carrera Ética, Política y Economía, la cual la emociona mucho, ya que combina sus tres pasiones y considera que en el futuro le puede ayudar para impulsar cambios en la República Dominicana.
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