SANTO DOMINGO.- El pastor Ezequiel Molina afirmó este miércoles que en la actualidad hay una crisis de ingobernabilidad que se replica en todos los países.
“Todos los países están en problemas. Le decimos a políticos de confianza cuando son electos, tengo que orar por ti porque no hay manera en que queden bien. Todos los presidentes han sido malos, pero cuando la gente va a votar votan por uno”, expresó Molina, fundador del ministerio Mahanaim, durante el mensaje central del acto la Batalla de la Fe al que asistieron miles de personas y que fue realizado en el Estadio Olímpico.
Reiteró que los votantes suelen rebelarse en contra de los mismos funcionarios que votaron y que hay una violencia generalizada. “La gente respira ser violento”, dijo.
Miles de personas asistieron a la actividad.
Declaró que la causa que provoca dicha conducta subyace en las soluciones asumidas por la clase de dirigentes que gobiernan.
“Una solución equivocada conduce al fracaso irremediable. Las soluciones que le hemos buscado a las problemáticas sociales son inadecuadas o engañosas”.
“Por eso son cisternas rotas. Hoy el mundo y la sociedad dependen de cisternas rotas. Es una causa de crisis cuando la sed aprieta la gente se desespera”, declaró.
Hablando directamente de República Dominicana, citó que entregarle fondos a los partidos políticos para que no reciban fondos inadecuados pero que el dinero sucio ha seguido penetrando en el gobierno y en el Congreso, en la industria y en los bancos.
Medidas, pocos logros
Indicó que la gente piensa que todos los funcionarios son ladrones porque las medidas anticorrupción han sido ineficaces. “Para detener la corrupción, más corrupción. Vivimos en un mundo que ha dejado a Dios. El pueblo que se aparta de Dios se aparta de los valores morales.
¿Cómo le dices a un charlatán que cambie de la noche a la mañana, que deje de robar?”.
Afirmó que en vez de llamarle libertad de prensa a lo que hacen algunos comunicadores, deberían llamarle libertad de insultos, de mentiras, de lenguaje grosero. Llegamos a un nivel que no se respeta ni la figura presidencial. Cuando un país denota a la figura de su Nación, ¿Qué podemos esperar de los demás?”.
Molina dijo que ahora se premian las malas palabras y que a eso, le llaman libertad de prensa.
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