SD.- La familia Rosario retoma el año 2020 con exigencias de que aparezca su alegada herencia. Frente al Banreservas de la avenida Winston Churchill, los demandantes dijeron este lunes que contrataron abogados internacionales para que se agilice el pago de la herencia millonaria que según expresaron le corresponde.
Aseguraron que parte de esta se encuentra depositada en el referido banco desde hace años y que el Gobierno dominicano les tiene “frenada” la entrega.
Parte del grupo de herederos de la familia Rosario, que abarrotó las inmediaciones del Banreservas, pidieron al Gobierno dominicano que le sea liberada la supuesta suma millonaria a sus propietarios.
“Retamos al presidente Medina, a Simón Lizardo, que desmientan que el dinero de los Rosarios no está aquí en el país” dijo Eladio Rosario, quien se identificó como uno de los voceros de los herederos.
Explicó que en el Banco de Reservas se encuentran federales desde whashinton, Estados Unidos y Santander, España, realizando una auditoria de los bienes de la familia Rosario que demostrará que el dinero se encuentra en país.
«También tenemos los abogados Mercedes Vargas y Guillermo De la Cruz en los Estados Unidos, representándonos para callarle la boca a todo el que dice que esto es una falacia», aseguró el vocero.
Los manifestantes insistieron que el Gobierno tiene frenado los fondos en el Banco de Reservas y que por tal razón están ejerciendo las presiones necesarias y las investigaciones de lugar porque en los bancos españoles se les ha dado la confirmación de la millonaria herencia.
Aunque Eladio Rosario se negó a revelar cantidad, solo se limitó a decir que la cifra es «indeterminada». Explicó que por ser tan elevado el monto esto ha despertado el interés de las autoridades y por tal razón mantienen frenadas las partidas.
El gran grupo de descendientes de la familia Rosario desde tempranas horas se aglomeró frente a la entidad bancaria, vociferando consignas y mostrando pancartas contra lo que consideran un atropello del gobierno a los intereses de más de «32 mil personas».
Por: Dahia Sena/ Frankelvin Sánchez
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