Santo Domingo.- La Fundación Justicia y Transparencia (FJT), tras saludar y calificar de señal positiva el pedimento a sus funcionarios, vía twitter del presidente dominicano, Luis Abinader, donde le instruye para que se abstengan de colocar su foto en las instituciones públicas, con ello tratando de desterrar prácticas propias de la época de la dictadura trujillista.
Un pedimento muy singular y que pudiera estar marcando, y reiteramos como el inicio de superar una nefasta cultura del culto a la personalidad, ojalá esta medida sea una realidad y no se quede en simple retórica.
Como ocurrió en el pasado, con un anuncio similar, que, al inicio de su mandato presidencial en el 2012, el expresidente Danilo Medina también proclamara, sin que en lo más mínimo se respetará, incluso bajo el silencio cómplice de las autoridades.
El presidente de la entidad cívica, Trajano Potentini, favoreció el aplicar la ley 193-19, la cual dispone que las imágenes de los patricios Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella sean colocadas en todas las instituciones públicas del país.
Asimismo, Potentini lamentó que esta ley sea poco respetada y conocida, al tiempo de anunciar que estarán presentando en los próximos días, una intimación a los fines de amparo de cumplimiento, con el objeto de hacer realidad.
El que todas las instituciones públicas tengan la imagen de los patricios, cuyo proceso también será acompañado de una campaña promocional, para rememorar la trascendencia y génesis de vida y obra de los padres de la patria; además de recrear todo el tránsito histórico, que sirvió para que hoy tengamos una identidad y el necesario ejemplo de los hombres, y mujeres que lo dieron todo, por lo que hoy con orgullo y en media isla, llamamos República Dominicana.
De acuerdo con Justicia y Transparencia lo que se propone es darle a la presencia de los padres de la patria en las oficinas públicas, la misma categoría que tienen los símbolos patrios (fundamentalmente la bandera dominicana).
En virtud de la ley 210-19, que regula su uso y los hace obligatorio en todas las instituciones públicas, lo mismo ocurría con la ley 14-01, ya derogada, sobre la obligación de colocar en las portadas y contraportadas de los cuadernos escolares uno de los símbolos patrios.
Finalmente, la FJT mostró su desacuerdo con la personalizar con fotos familiares las instituciones públicas, máxime que esto iría dándole a los funcionarios una sensación familiar y de dependencia de esos espacios públicos.
Ajenos por demás a la intimidad de sus hogares, en muchos casos, esa personalización de fotos y otros objetos familiares, dejan la errada impresión de que son dueños amos y señores de las instituciones públicas.
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