Un recluso de Texas enfrenta una ejecución programada para el martes por la noche por apuñalar fatalmente a su esposa separada y ahogar a su hija de 6 años en una bañera hace casi 14 años.
Gary Green, de 51 años, recibirá una inyección letal por la muerte en septiembre de 2009 de Lovetta Armstead, de 32 años, y su hija, Jazzmen Montgomery, en su casa de Dallas.
El padre de la niña, Ray Montgomery, dijo que no está alentando la ejecución de Green, pero lo ve como el sistema de justicia en funcionamiento.
“Es justicia por la forma en que mi hija fue torturada. Es justicia por la forma en que Lovetta fue asesinada”, dijo Montgomery.
Hasta el lunes por la noche, los abogados de Green no habían presentado ninguna apelación para detener su ejecución, que estaba programada para el martes por la noche en la penitenciaría estatal de Huntsville, Texas.
En apelaciones anteriores, los abogados de Green habían afirmado que tenía una discapacidad intelectual y que tenía antecedentes de trastornos psiquiátricos de por vida.
“Estas deficiencias probablemente hicieron que (Green) no pudiera formar la intención necesaria para cometer un asesinato capital”, escribieron los abogados de Green en 2018.
Esas apelaciones fueron rechazadas por la Corte Suprema de EE. UU. y los tribunales de apelación inferiores.
El alto tribunal ha prohibido la pena de muerte para los discapacitados intelectuales, pero no para las personas con enfermedades mentales graves.
Las autoridades dijeron que Green mató a los dos después de que Armstead intentara anular su matrimonio.
El día de los asesinatos, Armstead le había escrito dos cartas a Green, diciéndole que aunque lo amaba, tenía que “hacer lo mejor para mí”.
En su propia carta, que estaba enojada y divagando, Green expresó la creencia de que Armstead y sus hijos estaban involucrados en un complot contra él.
«Pediste ver al monstruo, así que aquí está el monstruo que me creaste… Serán 5 vidas quitadas hoy, yo soy el 5to», escribió Green.
Armstead fue apuñalado más de dos docenas de veces mientras Green ahogaba a Jazzmen en la bañera de la casa.
Las autoridades dijeron que Green también tenía la intención de matar a los otros dos hijos de Armstead, que entonces tenían 9 y 12 años. Green apuñaló al niño más pequeño, pero ambos sobrevivieron.
“Se lo dije (a Green) porque somos demasiado pequeños para morir y no se lo contaremos a nadie”, dijo el niño de 9 años al jurado en su testimonio sobre cómo convenció a Green de que les perdonara la vida.
Josh Healy, uno de los fiscales de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Dallas que condenó a Green, dijo que los niños eran increíblemente valientes.
Green “era un tipo malvado. Fue uno de los peores casos en los que he formado parte”, dijo Healy, quien ahora es abogado defensor en Dallas.
Montgomery dijo que todavía tiene una relación cercana con los dos hijos de Armstead. Dijo que ambos llevan vidas productivas y uno tiene una hija que se parece a Jazzmen.
“Todavía sufren mucho, creo”, dijo Montgomery, quien es maestra de inglés de educación especial.
Montgomery, quien es diácono en su iglesia en Dallas, dijo que siguió viviendo su vida como si su hija todavía estuviera aquí, incluso organizando una fiesta para ella cada cumpleaños. También organizó una fiesta de graduación de la escuela secundaria para ella, incluido un desfile en su tumba y una barbacoa en el patio trasero con la familia.
“Esa fue mi forma de lidiar con eso, hacer que se sintiera como si ella todavía estuviera aquí. Recé sobre su tumba un día y le dije que nunca dejaría que su nombre se apagara”, dijo Montgomery.
La ejecución de Green es la primera de dos programadas en Texas esta semana. Otro recluso, Arthur Brown Jr., será ejecutado el jueves.
Green sería el cuarto recluso en Texas y el octavo en Estados Unidos ejecutado este año.
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