Un tiroteo reportado el pasado sábado en un supermercado de Buffalo Nueva York, dejó un total de 10 personas fallecidas, en un hecho catalogado como un crímen de odio. El suceso tuvo lugar en el supermercado Tops, cerca del centro de Buffalo, una ciudad ubicada en el extremo norte del estado de Nueva York.
La fiscalía del distrito del condado de Erie (norte de Nueva York) identificó el mismo sábado al joven que cometió el hecho como Payton S. Gendron, un joven blanco de 18 años.
Gendron, que había sido definido previamente como un supremacista blanco, ha sido detenido sin derecho a fianza, bajo los cargos de homicidio en primer grado, y comparecerá por primera vez el martes por la mañana ante el juez.
El delito podría costarle la cadena perpetua, ya que en el estado de Nueva York no existe la pena de muerte.
Roberta A. Drury, 32 años
Celestine Chaney, 65 años
Pearl Young, 77 años
Ruth Whitfield, 86 años
Heyward “Tenny” Patterson, 67 años
Ruth Whitfield, 86 años
Aaron Salter Jr., 55 años
Katherine Massey, 72 años
Andre Mackneil, 53 años
Geraldine Talley, 62 años
Margus D. Morrison, 52 años
El fiscal confirmó que consideran los asesinatos como «racialmente motivados», siguiendo así la tesis adelantada por el agente especial del FBI Steven Belanger, quien agregó que su oficina investiga el incidente «como un crimen de odio y un caso de extremismo violento por motivos raciales».
El joven Gendron, que hizo un viaje de varias horas hasta llegar a Buffalo -se desconoce por el momento su procedencia- eligió al parecer este barrio de la ciudad por estar habitado mayormente por población negra, y de hecho entre sus trece víctimas -los muertos más tres heridos-, once de ellas eran negras.
Tras el tiroteo, que acabó también con la vida de un agente de seguridad del supermercado, se entregó voluntariamente a la policía.
El New York Times añade que el joven se declaró en el primer interrogatorio «no culpable» y aceptó un abogado de oficio tras asegurar que no puede costearse uno privado para su defensa.