NY.- El repartidor dominicano de Uber asesinado la semana pasada de un balazo en el pecho en una calle de El Bronx, fue identificado por los investigadores como Christian Bueno de 39 años de edad.
El cadáver de Bueno quien llegó a Estados Unidos cuando tenía 20 años y trabajaba en el restaurante “El Campesino Dominicano” en el vecindario Kingsbridge Heigths fue hallado con una bolsita de Crack en uno de sus bolsillos, dijo la policía, pero allegados a la víctima cuestionaron esa versión.
Fue asesinado por un desconocido que escapó de la escena del crimen, cerca de donde vivía y fue declarado muerto en el hospital Saint Barnabas de El Bronx donde fue llevado por paramédicos y policías.
El tirador disparó a Bueno en la Sedgwick cerca de la avenida West Kingsbridge Road a las 10:00 de la noche del pasado lunes.
Su amigo, el dominicano Miguel Bautista dijo que rentó una habitación en su apartamento a Bueno a quien describe como un hombre trabajador y honesto que nunca tenía problemas con nadie, por lo que la versión policial de que andaba con Crack le sorprende.
Señaló que Bueno nunca tuvo ningún roce con la ley, lo que fue confirmado por la policía que dijo que la víctima no tenía récord judicial.
Bautista aseguró que su amigo nunca se quejaba de nada y jamás tuvo un problema con la policía. “Lo más que hacía era fumar Hooka”.
El asesino es descrito como un hombre que vestía pantalones de chándal y una chaqueta roja que no ha sido capturado. Bautista se preguntó si el asesino podría haber tenido la intención de robarle a Bueno. “Usaba una cadena grande que acababa de comprar”, explicó Bautista.
Bueno fue asesinado a menos de media milla de donde vivía. “Era como mi hermano”, dijo Bautista, de 49 años. “Lo conocí por más de 10 años”.
Los dos trabajaron juntos en “El Campesino Dominicano” en la avenida University en El Bronx.
“Era muy callado, muy trabajador. Trabajaba los siete días de la semana”, dijo Bautista. “Todos en el restaurante están muy tristes”.
Los dos habían sido compañeros de trabajo en otro restaurante donde Bautista es chef y Bueno hacía delivery.
Bueno mantenía su habitación impecable y su hija de 12 años lo visitaba todos los fines de semana, relató Bautista. Después del asesinato el chef dijo que está pensando irse de de Nueva York a otra ciudad.
“Problemas en las escuelas, problemas en la calle, problemas en el restaurante”, dijo. “Pistola, pistola, pistola. Pistola para todo.
La policía dijo que se desconoce el motivo sobre el asesinato de Bueno y que la investigación sigue en curso mientras se ubica al matador.
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