La empresaria australiana Stephanie Matto se hizo conocida inicialmente por participar en el reality “90 day fiance”, donde varias mujeres viajan al otro lado del mundo para conocer por primera vez a sus prometidos, con quienes habían iniciado relaciones a distancia. Tras abandonar el programa, la influencer decidió aprovechar su popularidad para emprender con un lucrativo negocio: vender sus flatulencias por internet.
Stephanie contó en sus redes que “por demanda popular” había decidido vender sus gases en frascos decorados a 992 dólares. Lo más sorprendente fue que, según relató en su cuenta de TikTok, ganó alrededor de 50.000 dólares en su primera semana.
“Trabajar en mi propia plataforma para adultos estos últimos meses me ha hecho muy consciente de los diferentes tipos de nichos y mercados que existen”, explicó posteriormente en una entrevista con Buzzfeed.
Sin embargo, todo lo bueno llega a su fin. Tras experimentar fuertes dolores en el pecho, tuvo que ponerle un alto al rentable negocio. Los médicos le explicaron que sus síntomas eran causados por la cantidad de gases que tenía en el estómago, producto de su dieta.
“Me aconsejaron que cambiara mi dieta y tomara un medicamento supresor de gases, lo que acabó efectivamente con mi negocio”, afirmó.
Pese a esto, su mente emprendedora encontró la manera de seguir facturando. Esta vez, pasó del estado gaseoso al líquido. Decidió vender la transpiración de sus senos en pequeñas botellas.
“Será verano de chicas calientes y mis pechos están sudando. ¡Así que embotellemos y vendamos!”, dijo la mujer de 31 años, en sus redes sociales, para anunciar su nuevo producto.
La influencer afirmó que le lleva 15 minutos producir un frasco lleno de sudor con tan solo descansar junto a su piscina en un día soleado. Cada uno cuesta 500 dólares. En ese sentido, aseguró que vende un aproximado de 10 por día.
“Me encanta sentarme junto a la piscina, pero también es un trabajo duro, no se dejen engañar”, destacó Matto”, agregó.