SANTO DOMINGO.- El Centro de Estudios de Género (CEG), del Instituto Tecnológico (INTEC), demandó al Estado crear una política en el sistema educativo dominicano para prevenir y eliminar la violencia contra las niñas y mujeres.
“Durante los últimos años ha trascendido a la comunidad la incidencia de casos graves de violación, los cuales han tenido como escenario los centros educativos. Un problema sumamente grave en el que las autoridades competentes, en lugar de abordarlos esconden su magnitud entre palabras dispersas, postergando la solución y desconociendo su gravedad», advirtió Desiree Del Rosario, coordinadora general del CEG.
La educadora entiende que los casos que se han presentado evidencian que ha habido insuficientes acciones preventivas y un inadecuado abordaje de los problemas que generan y sostienen las formas de relacionamiento, al interior de los centros educativos.
«Las investigaciones evidencian que la violencia en la educación es “frecuente, compleja y multifacética”. Sus resultados dan cuenta de la grave situación que viven y experimentan las niñas y adolescentes en los centros educativos, incluidas las pérdidas de vida de jóvenes estudiantes que no han tenido la oportunidad de que sus casos sean atendidos con debida diligencia», lamentó Del Rosario.
Es ante tal realidad que la también abogada y activista social, entiende necesario e impostergable, hacer un llamado al Ministerio de Educación de República Dominicana (MINERD), a fines de «establecer una política y protocolo sobre acoso, violencia y bullying en la escuela dominicana».
Desiree Del Rosario
Del Rosario detalló qué los casos de Esmeralda Richiez, en Higüey, y el más reciente de una adolescente en la escuela Siria en San Pedro de Macorís, son sólo muestras de que el rol esencial que debe jugar el sistema educativo para prevenir la violencia, no está siendo asumido adecuadamente por el sistema educativo dominicano.
«Durante décadas se ha rehuido a la responsabilidad de establecer marcos específicos para su abordaje desde una visión educativa, reconstructiva y que ofrezca seguridad para las estudiantes», afirmó la experta.
Por igual, Del Rosario denunció que los casos de violación, abuso y violencia en contexto educativo no tiene un registro específico.
“Contrario a lo esperado, ante un delito, distintos docentes son trasladados y se da larga a las denuncias de abuso y acoso” afirmó.
Datos preocupantes
La docente afirmó que los datos publicados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), afirman que “hasta el 25% de los y las adolescentes declaran haber sufrido violencia sexual, en un 40% de los casos dentro del centro educativo, siendo las niñas particularmente vulnerables a este tipo de violencia».
Asimismo, hizo un llamado a observar y abordar las violencias que sufren docentes en el entorno educativo. “Es importante no pasar por alto las diversas formas de violencia que sufren los maestros y el personal escolar, incluidas las agresiones físicas, el abuso verbal y el acoso psicológico y sexual”.
De igual manera, Del Rosario advirtió que la violencia representa un indicador que ha reconocido el sistema como perturbador para el logro de los aprendizajes, para la salud emocional de las y los estudiantes y un generador de pérdida de la calidad de la educación.
«Un ambiente de ansiedad, miedo e inseguridad es incompatible con el aprendizaje y, por tanto, los entornos de aprendizaje inseguros pueden socavar la calidad de la educación de niños, niñas y adolescentes”, informó.
Asimismo, entre sus consecuencias citó que niños, niñas y adolescentes tienen dificultad para concentrarse en la escuela, pierden clases, evitan las actividades escolares, se ausentan de los centros educativos sin justificación o, directamente, abandonan los estudios.
¡Síguenos en nuestras redes!
Deja un comentario