Santo Domingo, R.D.-El ex procurador Jean Alain Rodríguez se quejó de que el Ministerio Público no le impute ninguna responsabilidad al ex jefe de gabinete Rafael Canó Sacco. Por entender que cientos de testigos lo señalan como el responsable de recibir sobornos y de otros delitos.
El consejo de defensa del ex procurador, principal acusado en el caso Medusa, indicó que cualquier negociación con Canó debe revelarse a la ciudadanía. Hacen la solicitud amparado en lo que establece el Art. 363 del referido código.
Desde la defensa precisan están sorprendidos. Esto «a pesar de los cientos de testimonios que lo señalan como autor y/o cómplice de los hechos imputados. Por ello sorprende que su responsabilidad sea omitida en el juicio».
Además, el consejo de defensa “negó rotundamente todas y cada una de las falsas acusaciones que se incluyen en el documento entregado en el día de hoy. El cual carece pruebas materiales en contra del ex procurador. Recordando que la simple confesión o testimonio no es un medio de prueba. Mucho menos cuando se trata de autores de delitos”
Resaltaron que de una lectura preliminar al voluminoso expediente de los cerca de 400 interrogatorios no evidencian que el ex procurador Jean Alain Rodríguez Sánchez haya solicitado o aceptado sobornos, pagos irregulares en su beneficio. Lo que si sucede con relación al ex jefe de gabinete Cano Sacco y dos empresarios.
Además insisten en que “muy por el contrario, resulta insólito que en más de 100 interrogatorios, reales o no, el ex jefe de gabinete y presidente del movimiento político Renovación, Rafael Canó Sacco, sea directamente señalado de graves y serios crímenes contra el erario. Y hasta la fecha no figure como imputado.
Otros alegatos de defensa de Jean Alain contra Canó Sacco
Los abogados insisten en que en un caso de alegada corrupción administrativa, la persona que revisaba y aprobaba absolutamente toda actuación y que coordinó absolutamente todo lo relativo al movimiento político Renovación, incluyendo todas las contribuciones de campaña y pagos a presuntos asesores mexicanos, esté prófugo. Y con un simple “yo no fui”, “fue él”, sin ninguna prueba más que un burdo testimonio, sea el fundamento de una acusación.
“Es inverosímil que Rafael Canó Sacco no figure en la acusación. Sobretodo cuando hay cientos de pruebas que lo comprometen. El articulo 65 del Código Penal establece que los crímenes y delitos que se cometan, no deben excusarse. Ni la pena que la ley les impone puede mitigarse, sino en los casos y circunstancias en que la misma ley declara admisible la excusa. O autorice la imposición de una pena menos grave”, señaló Carlos Balcácer.
Demandan Cano Sacco venga al país
A su vez los destacados juristas demandan que Canó Sacco sea traído al país a enfrentar la justicia como los demás señalados.
“Es evidente que el señor Canó Sacco excluido del expediente por una aparente negociación, de la cual no se tiene detalle alguno. Si el Ministerio Público acordó algún tipo de negociación que involucra una recuperación monetaria y aplicación de algún tipo de pena debe explicarse a la ciudadanía. Esto de acuerdo con el artículo 363 del Código Penal”, explican.
Sorprende que, convenientemente, el nombre de Canó Sacco ni se menciona en los medios. Esto cuando es el hombre que ha sido señalado como autor o cómplice de muchas de las imputaciones que contiene la acusación’, añadió Gustavo Biaggi Pumarol.
En ese expediente se evidencian graves imputaciones y un trabajo extenso de la PEPCA, con personas que dicen haber sido extorsionadas, que pagaron peajes, sobornos y que se utilizaron recursos de la institución para fines políticos y todas señalan a Rafael Canó Sacco de manera clara y puntual.
Indican que de ser ciertas esos graves señalamientos como responsable ya es entendible, aún sea un acto de cobardía y criminal, que haya escapado del país y se haya escondido por meses. Además de resistirse a una extradición para evadir sus responsabilidades.
El Ministerio Público y el país no pueden creerle a un prófugo de la justicia, presunto autor de delitos y crímenes. Ni darse el lujo de que estos hechos queden impunes. Ni someter a las personas erróneas.