El sociólogo, economista, escritor y asesor político Jeremy Rifkin, con más de veinte libros dedicados a la proposición de fórmulas para la pervivencia humana en el planeta en equilibrio con el medio ambiente y con nuestra propia especie.
Aseguró en una entrevista publicada en la red de medios The Conversation, que la pandemia de la COVID-19 “es una llamada de alarma, “debemos asumir que estamos en una nueva era, si no lo hacemos, habrán más pandemias y desastres naturales. Estamos ante la amenaza de una extinción”.
Para el científico, a la humanidad le corresponde construir las infraestructuras que permitan vivir de una manera diferente. Se trata de tener una relación distinta con el planeta, de ahí que cada comunidad debe responsabilizarse por establecer vínculos más cercanos con su comunidad.
La clave está-de acuerdo con Rifkin-en emprender la revolución hacia el Green New Deal global, un modelo digital de cero emisiones y de nuevos empleos que reduzcan el riesgo a desastres.
“Necesitamos una nueva visión, son las nuevas generaciones las que realmente pueden actuar”. Y esa perspectiva, citada por el activista, se logrará al cambiar las formas de organización de la economía y los gobiernos, pues “la globalización se ha terminado y debemos pensar en términos de glocalización, en la que son válidas las soluciones glocales para el desarrollo de las infraestructuras de energía, comunicaciones, transportes”.
Grandes nevadas en invierno, inundaciones en primavera, sequías e incendios en verano y huracanes y tifones que barren las costas en otoño, son consecuencias del cambio climático que se irán agravando.
Ante ese contexto, el sociólogo plantea el problema: “El ciclo del agua permite vivir y desarrollarse (…) por cada grado de temperatura que aumenta como consecuencia de las emisiones de gases del efecto invernadero, la atmósfera absorbe un siete por ciento más de precipitaciones del suelo y este calentamiento las fuerza a caer más rápido, más concentradas provocando más catástrofes relacionadas con el agua”.
Rifkin precisa que la Segunda Revolución Industrial, la cual provocó el cambio climático, está muriendo, y es gracias al coste de la energía solar, por ser más rentable que el carbón, el petróleo y el gas.
La infraestructura en este nuevo periodo resulta de la combinación de la Internet del conocimiento, la Internet de la energía y la Internet de la movilidad.
“En la primera y en la segunda revolución, las infraestructuras se hicieron para ser centralizadas, privadas”, sin embargo, el analista considera que la tercera revolución tiene “tecnologías inteligentes” para unir al mundo de una manera glocal, con la que desaparecerán las grandes compañías, “esas grandes empresas serán proveedoras de las redes y trabajarán juntas en lugar de competir entre ellas”.
Las esperanzas de Rifkin para un futuro medioambiental sostenible están depositadas en la generación millenial, cuando millones de ellos reclaman la declaración de una empresa climática y piden un Green New Deal.
Lo interesante-enfatizó-es que esta protesta no tiene par en la historia, es diferente porque mueve esperanza, es la primera revuelta planetaria del ser humano en la que dos generaciones se han visto como especies en peligro (…) proponen eliminar todos los prejuicios que los separan e intentan preservar a las demás criaturas del planeta. cubaperiodistas
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